El juicio a una treintena de integrantes del entorno más próximo de Muamar Gadafi, entre ellos su hijo Seif al Islam, acusados de participar en la represión de la revuelta de 2011, comenzó ayer, pero fue aplazado poco después hasta el 27 de abril.

El proceso fue aplazado al cabo de 40 minutos, a causa de la ausencia de varios acusados. De 37 incriminados, solo 23 se presentaron ante la Tribunal penal de Trípoli, protegido por medidas de seguridad excepcionales.

Abdala al Senussi, el exjefe de inteligencia de Muamar Gadafi, y el último primer ministro de Gadafi, Baghdadi al Mahmudi, se encontraban en el banquillo de los acusados al lado de otros 21 exdirigentes, todos ellos vestidos con el uniforme de los presos. El tribunal decidió permitir la comparecencia por videoconferencia de Seif al Islam, así como de otros acusados detenidos en Misrata, a 200 km al este de Trípoli, al permanecer en manos de milicias que se niegan a entregarlos.

Por otra parte, los abogados afirmaron que no habían tenido acceso al expediente, lo que el tribunal justificó afirmando que únicamente les había prohibido obtener copias.

Los procesados, inculpados en octubre, se enfrentarán a una decena de cargos, en particular de asesinatos, saqueo y sabotaje, actos que atentaron contra la unión nacional, complicidad en la incitación a la violación, secuestros y dilapidación del erario.