David MESEGUER
Interview
Falah Mustafa Bakir (*)

«No reconocemos el autogobierno proclamado por los kurdos de Siria»

Falah Mustafa Bakir (Erbil, 1964) es ministro de Exteriores del Gobierno Regional del Kurdistán Iraquí desde 2006. Licenciado en Lengua y Literatura Inglesa por la Universidad de Mosul y Máster en Estudios de Desarrollo por la Universidad de Bath, es la cara visible del Ejecutivo de Massoud Barzani en el exterior. Las desavenencias con Bagdad, la elecciones y la guerra en Siria son sus principales preocupaciones.

Desde un despacho del Centro de Información y Documentación Internacionales en Barcelona (CIDOB), Mustafa Bakir denuncia la mala gestión del Gobierno iraquí y alerta a las puertas de las elecciones parlamentarias del miércoles que el sistema federal está en riesgo. Optimista respecto al proceso de paz en Kurdistán Norte, el responsable de Exteriores kurdo no reconoce la autonomía proclamada por los kurdos de Siria al ser una declaración unilateral por parte del Partido de la Unión Democrática (PYD).

La relación entre Erbil y Bagdad es muy tensa. El Gobierno de Irak les acusa de «contrabando» con el crudo y no les envía la partida presupuestaria. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

El Gobierno central iraquí no ha sido transparente con la Administración kurda y la demora en la transferencia de recursos económicos afecta a los planes, proyectos y gestión de nuestro Ejecutivo. El Gobierno Regional del Kurdistán iraquí (GRK) tiene legitimidad constitucional para administrar esta parte del país y, por lo tanto, no somos contrabandistas. Es muy desagradable que el Gobierno central utilice esta terminología. Con el gas y el petróleo que vendemos contribuimos económicamente con el Ejecutivo central con la parte que cada región federal tiene acordada en la Carta Magna. Ahora que la centralización de Irak ha sido sustituida por un sistema federal tenemos la oportunidad de que sea un Estado democrático, plural, abierto e inclusivo.

¿Qué solución augura para los territorios en disputa en las provincias de Kirkuk y Nínive?

La línea de demarcación territorial fijada en 2003 no corresponde a los límites de la región de Kurdistán, sino a la línea del frente que separó a las fuerzas peshmerga del Ejército de Saddam Hussein. La Constitución iraquí recoge que será la población de Kirkuk y del resto de áreas en disputa la que decida su futuro a través de un referéndum independientemente de lo que decidan Bagdad o Erbil. Es el momento de un acuerdo porque la población de estas áreas no dispone de servicios básicos, seguridad y no tiene visos de un futuro mejor.

El descontento de la minoría suní en la provincia de Anbar con el Gobierno chií de Nuri al-Maliki ha provocado que el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) saque provecho de la situación.

Bagdad debe ser responsable, incluso con las minorías y satisfacer las necesidades de la población. Proporcionando servicios, seguridad y haciendo patente la presencia del Gobierno central, la población no mostrará ningún tipo de apoyo al (EIIL). No solo se puede combatir el yihadismo militarmente, debe haber un acercamiento político y planes económicos para el desarrollo de la región.

¿Es optimista con el proceso de paz en Kurdistán Norte?

Tenemos que tener mucho cuidado cuando hablamos de esta cuestión porque Turquía es otro Estado y, por lo tanto, no podemos intervenir en sus asuntos internos. Erbil apoya el proceso de paz y animamos a las dos partes a buscar la paz. Muchas cosas han cambiado en Turquía y eso es muy positivo porque aunque quizás no sean grandes pasos sí que son positivos y esta actitud debe ser valorada.

¿Cree que las medidas tomadas por el Gobierno de Erdogan en relación a los derechos de la minoría kurda son suficientes?

Las medidas aún no son suficientes, pero solo es el principio de un proceso para que las conversaciones se inicien, para que se promueva la lengua kurda, los medios en lengua kurda y supone el reconocimiento de que hay una cuestión kurda en el país.

Partidos como Gorran sí han reconocido la autonomía proclamada en Kurdistán Occidental, ¿por qué ustedes no?

Ha sido una decisión unilateral del PYD y, por lo tanto, la Administración no representa la voluntad de todos los kurdos de Rojava. La Administración procla- mada no es como el Gobierno Regional del Kurdistán Iraquí de 1991, cuando los partidos de Talabani y Barzani se unieron bajo un organismo paraguas y crearon el KRG y tomaron decisiones conjuntas en toda la región. Nosotros apoyamos las decisiones tomadas en el seno del Comité Supremo Kurdo, creado en Erbil en julio de 2012. Es importante que las fuerzas de Rojava estén bajo un mismo paraguas para tener más peso a nivel internacional.

Como consecuencia de la tensión con el PYD, el GRK ha cerrado los pasos fronterizos con Rojava y ha levantado muros.

Siempre han permanecido abiertos para cuestiones humanitarias, hay mucha propaganda y desinformación. Si no estuvieran abiertos, ¿cómo podríamos albergar a los 250.000 refugiados que han llegado de Siria? Los refugiados son bienvenidos, han sido bien tratados, se les da un permiso de residencia y libertad de movimiento.

En Ginebra II, el PYD pedía una comisión propia porque ni el régimen ni la oposición tienen el reconocimiento de los derechos kurdos en su agenda. Pero algunas fuerzas políticas sí que fueron con la oposición siria.

Necesitamos hechos que demuestren que el PYD no es aliado del régimen y están con el pueblo kurdo y el resto de partidos kurdos de Siria. Antes de la conversaciones de paz de Ginebra II, nos reunimos en Erbil y planteamos al PYD asistir con una delegación única bajo el nombre de Comité Supremo Kurdo. Somos conscientes que la oposición siria todavía no ha incluido el reconocimiento del pueblo kurdo en sus demandas, pero al menos ellos nos han abierto las puertas para que podamos atender la conferencia y poner la cuestión kurda sobre la mesa. Si los kurdos no estamos inmersos en este proceso, ¿cómo podemos hacer llegar nuestro mensaje a la comunidad internacional?

Defiende que en el futuro el pueblo kurdo debe poder ejercer el derecho a la autodeterminación.

La Constitución iraquí recoge el derecho a la autodeterminación dentro del sistema federal y como nación tenemos el derecho a decidir sobre nuestro futuro y a tener nuestro propio Estado. Aún creemos que el sistema federal adoptado en 2003 tras la caída del Hussein tendrá éxito y estamos trabajando para que así sea.

(*) Ministro de Exteriores del Gobierno Regional del Kurdistán Iraquí