Al menos 148 personas han muerto en Afganistán a consecuencia de las fuertes lluvias caídas en varias provincias la semana pasada, que han causado además unos 60 desaparecidos y han obligado a desplazarse a miles de familias, informaron ayer fuentes oficiales.

Las riadas se produjeron en provincias del noroeste como Sari Pul, Badghis, Jawzjan y Faryab, y en algunos distritos de las dos últimas afectaron al 85% de la población, afirmaron fuentes oficiales no identificadas.

El gobernador de Faryab, Mohamed Batash, reveló que el número de familias afectadas en su provincia y en la vecina Sari Pul asciende ya a 10.000.

En agosto pasado, 61 personas murieron en el este de Afganistán a consecuencia de las inundaciones causadas por lluvias torrenciales, en el que fue el verano más caluroso en el país asiático en 50 años.