Agustín GOIKOETXEA ERMUA

Semana determinante sobre el futuro de la polémica gestión del agua en Ermua

A última hora del miércoles, en el pleno municipal, se conocerá finalmente si PSE y PP aceptan la propuesta de la oposición para que la gestión integral del agua en Ermua la efectúe el Consorcio de Gipuzkoa.

Las aguas, nunca mejor dicho, bajan revueltas en Ermua desde que en febrero el Ayuntamiento que gobierna Carlos Totorika aplicase en el recibo las nuevas tarifas aprobadas en octubre con la abstención de EH Bildu, teniendo en cuenta el consumo real en los hogares y no un precio fijo como antes. Las consecuencias de los nuevos criterios de facturación ha dado origen a un importante movimiento vecinal en contra, que se plasmó en una manifestación en la que el 10 de abril participaron cerca de 1.500 personas.

Antes, la iniciativa ciudadana ``El agua no es un negocio'' reunió a centenares de vecinos en asamblea y se recogieron 4.000 firmas en contra de los cambios introducidos. A raíz de la convulsión social, el Gobierno municipal ha planteado la adhesión al Consorcio de Aguas de Gipuzkoa, como el resto de localidades de Debabarrena, pero vecinos y oposición municipal dudan de las intenciones de PSE y PP, que parecen querer seguir controlando la gestión.

Ante el revuelo, los partidos que sustentan al Gobierno de Totorika proponen en una moción que presentan al pleno del miércoles la adhesión al Consorcio, aunque EH Bildu, PNV y Ezker Anitza-IU insisten en que hay que integrarse en el Consorcio y asumir sus tarifas, inferiores a las de ahora. Ermua cobra 0,66 euros por metro cúbico mientras el Consorcio pide 0,55; en el tramo medio de consumo la diferencia es de 1,05 a 0,65 euros por metro cúbico.

Gestión integral del Consorcio

Por ello, la oposición apuesta, recogiendo las demandas vecinales, por la rescisión del contrato con la compañía Aquarbe-ANSA, que gestiona desde hace 24 años el servicio. También plantean los vecinos al Consistorio que las basuras se tarifiquen por separado y a precios de la mancomunidad, sin recargos y siendo esa entidad quien, «directamente y sin intermediarios», cobre a la ciudadanía.

Se demanda al Ayuntamiento que informe en qué «fecha concreta» se van a conectar las aguas residuales de Ermua a la planta de tratamiento de Elgoibar. Es la última localidad de Debabarrena en unirse a la red. No falta tampoco la reclamación a las autoridades locales para que devuelvan las cantidades cobradas correspondientes a los consumos de 2013 «pero irregularmente tarificadas con los precios de 2014».

En la sesión plenaria del miércoles se materializarán los planes del tándem PSE-PP, pues su moción es la primera que se tratará y posteriormente la de la oposición. Los primeros suman once concejales frente a siete. EH Bildu, PNV e Ezker Anitza-IU estiman que la moción alternativa de quienes apoyan al Gobierno municipal de Carlos Totorika es «una excusa para bajar los precios del agua después de darse cuenta de la reacción social contraria, a un año de los comicios locales».

En el orden del día se incluye la aprobación de la modificación de las ordenanzas fiscales relativas al saneamiento y abastecimiento, además de refrendar los estatutos del Consorcio de Aguas de Gipuzkoa, como paso previo a la solicitud de incorporación a la entidad.