Alberto CASTRO
Al cierre

El Ibex no puede con los 10.500 puntos

El Ibex luchó ayer por doblegar los 10.500 puntos, pero por la tarde regresaba a la línea de salida presionado por las caídas del resto de los índices europeos y de Nueva York. La sesión estuvo bajo el miedo a una guerra abierta en Ucrania, cada vez más posible de acuerdo al goteo de informaciones negativas sobre los enfrentamientos en las zonas prorrusas y al enroque en sus posiciones antagónicas de Occidente y Rusia. Por otra parte, el BCE celebrará mañana una reunión que ha ido ganando en interés por su posible y controvertida actuación no convencional para dinamizar la economía europea. No obstante, se ha repetido en estas últimas semanas el mensaje de que no hay peligro inmediato de deflación. El repliegue vespertino del Ibex le llevó hasta los 10.481,40 puntos, después de arañar un 0,04%. El signo era diferente en Londres (-0,35%), Fráncfort (-0,65%) y París (-0,78%). En el Ibex, brilló Amadeus (+4,16%). El lunes había firmado un contrato con la aerolínea estadounidense Southwest para implantar su sistema de gestión de reservas. Gamesa y Abertis completaban el podio de los alcistas con más de un 2%. La concesionaria de autopistas ganó en el primer trimestre 125 millones, un 11,6% menos. Entre los perdedores, despuntaron OHL (-1,22%) y Acciona (-0,93%). Los dos grandes bancos e Inditex frustraron la escalada del Ibex, mientras que Telefónica sumó un 0,16% en vísperas de repartir dividendo. En París, Solvay (+2,55%) lideró las subidas tras batir las previsiones en el primer trimestre, mientras que Lafarge (-3,17%) sufrió el mayor recorte.