El Ibex se estrellaba ayer en el intento de prolongar su ataque a los máximos del año. Los rumores sobre Grecia, donde se especulaba con posibles impuestos retroactivos a los tenedores de deuda, así como las malas cuentas de Wal-Mart en Estados Unidos asustaron a los inversores. En esta carrera de vuelta atrás también colaboraron las decepciones causadas por la caída del 0,1% en el PIB del primer trimestre en Italia y el estancamiento del Estado francés, otra muestra de que la recuperación podría ser más lenta de lo previsto si no hay una actuación de apoyo por parte del BCE. En Estados Unidos, además, primó la parte más negativa de la agenda del día. La fuerte caída de la producción industrial y del índice NAHB de confianza de los constructores de viviendas podían con la bajada de las peticiones semanales de desempleo hasta 297.000, niveles de mayo de 2007. Así, el peso del miedo tumbó al Ibex sin remisión. Hoy saldrá desde los 10.365 puntos, después de ceder un 2,35%, su segundo peor balance diario del año. En Londres (-0,55%), Fráncfort (-1,01%) y París (-1,25%) el descenso fue más contenido. En el Ibex, sobresalían los desplomes superiores al 5% para Sacyr, Sabadell, IAG, Gamesa, FCC y Popular. Entre los grandes valores, Santander (-3,11%) y BBVA (-2,82%) sufrieron los mayores recortes. Solo Viscofan (+0,57%) acabó con ganancias. En París, las notas más negativas fueron para Crédit Agricole (-4,17%), Bouygues (-3,66%) y Alcatel-Lucent (-3,31%). Kering (+2,66%) y LVMH (+0,81%) se beneficiaron de los buenos resultados de una firma de lujo suiza.