El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso exigió de nuevo ayer el fin de las operaciones militares del Ejército ucraniano en el este del país e instó a Estados Unidos y a sus aliados a que intervengan en este sentido.

«Moscú espera que Occidente presione con energía a las autoridades de Kiev para garantizar la activación de medidas prácticas para resolver la situación en las regiones del sureste del país», señaló el comunicado del Ministerio, recogido por la agencia de noticias Itar-Tass.

Rusia advirtió en ese sentido que las «operaciones de castigo» en zonas como la de Slaviansk suponen una confirmación de la «hipocresía» del Gobierno de Kiev ante sus declaraciones sobre su disposición a cumplir la hoja de ruta planteada por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

«Rusia tiene graves dudas de que unas elecciones entre cañonazos cumplan con las normas democráticas sobre un proceso electoral como el que está en marcha en Ucrania», indicó.

El Comité Electoral Central de Ucrania también reconoció las dificultades a las que se enfrenta para poder celebrar las elecciones presidenciales del próximo 25 de mayo en regiones como Donetsk y Lugansk. Los líderes partidarios de la anexión a Rusia han asegurado que no participarán en los comicios convocados por el Parlamento ucraniano tras el derrocamiento del Víktor Yanukovich.