Alberto CASTRO
Al cierre

Wall Street facilita los 10.500 puntos

Lo que el martes parecía una prueba difícil de superar, por las dudas del mercado de deuda en el Estado español, el sinsabor de la ampliación de capital del primer banco europeo y la prudencia tradicional antes de las citas y los análisis de la Reserva Federal, ayer se volvía asequible gracias a la apertura en positivo de Wall Street, que regalaba los 10.500 puntos al Ibex. Todo se movía en la buena dirección, ya que la prima de riesgo y la rentabilidad del bono se enfriaban gracias a la subida en el bono alemán, que sigue perdiendo brillo por la mejoría de la periferia. Ayer, Alemania no tuvo demanda suficiente para colocar 5.000 millones de euros en deuda a diez años. Del mismo, los bancos, digerido el miedo a más recapitalizaciones en el sector, consolidaban los avances de la jornada anterior. En la misma línea, se espera de la Fed una lectura de la situación optimista, pese a las lagunas advertidas en anteriores intervenciones por la presidenta Janet Yellen. Así las cosas, el Ibex saltó un 0,74%, hasta los 10.531,40 puntos. Fráncfort (+0,61%), París (+0,37%) y Londres (+0,28%) recorrieron el mismo camino. En el Ibex, Sacyr (+3,97%) y BME (+2,97%) fueron los mejores. Todos los bancos, excepto Bankia (-0,27%) aumentaron de precio. BBVA (+1,43%) lideró los avances en el sector. En París, Crédit Agricole (+2.09%), Renault (+2,09%) y Alcatel-Lucent (+2,01%) eran los más alcistas de la jornada. Las acciones de Orange (-2,76%) encabezaron las pérdidas, mientras que BNP Paribas (-1,32%) se veía arrastrado por una posible multa en Estados Unidos al haber operado en países sancionados.