Alberto PRADILLA MADRID
«CASO BATERAGUNE»

La mayoría del TC afín al PP mantiene en prisión a Otegi hasta agotar la pena

Arnaldo Otegi, Arkaitz Rodríguez, Miren Zabaleta y Sonia Jacinto permanecerán en prisión hasta cumplir íntegramente la pena por el «caso Bateragune» después de que el Tribunal Constitucional español rechazase ayer su recurso horas después de descartar la recusación de Antonio Narváez. Como ya ocurrió en 2012 en el Tribunal Supremo y casi con los mismos argumentos, la mayoría de jueces «conservadores» bastó para cumplir el pronóstico y rechazar la apelación.

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Arnaldo Otegi, Arkaitz Rodriguez, Miren Zabaleta y Sonia Jacinto cumplirán íntegramente la condena impuesta por el Tribunal Supremo español (que en 2012 rebajo las penas impuestas en un primer momento por la Audiencia Nacional española) por el denominado «caso Bateragune». Por un ajustado margen de siete magistrados contra cinco, el Alto Tribunal español desestimó el recurso planteado por la defensa de los cuatro militantes independentistas vascos. Este alegaba el incumplimiento dos garantías constitucionales: el derecho a un juez imparcial, por los prejuicios exhibidos por la juez Ángela Murillo durante el juicio celebrado en 2011 contra Otegi por su participación en un acto en favor de José Mari Sagardui y que motivaron la anulación del mismo; y a la presunción de inocencia, debido a que la sentencia se basa en «indicios» y no en pruebas. Todos ellos, elementos que ya habían sido analizados en 2012 por el TS con idéntico resultado: la mayoría de jueces afines al PP impusieron sus tesis. En realidad, el fallo es el mismo que ya habían avanzado diversos medios españoles tras el último pleno, aunque el margen es más amplio por la inclusión de Antonio Narváez. Ahora, falta por conocer en profundidad los argumentos de la sentencia, así como de los votos particulares.

Los rumores de que el TC aprovecharía la misma jornada para dar carpetazo al recurso se extendieron durante toda la jornada. Finalmente, a última hora de la tarde, cuando medios como «El Mundo» ya avanzaban el fallo, la sentencia se notificó por fax a la defensa. En ella se certifica lo previsto: los siete magistrados conservadores avalan la sentencia elaborada por el ponente, el juez Juan Antonio Xiol, encuadrado dentro del sector «progresista». Este magistrado no quedó satisfecho con el fallo que él mismo redactó, ya que encabeza uno de los votos particulares, el que estima la parcialidad de Murillo y al que se adhirieron Encarnación Roca, Fernando Valdés Dal-Ré y Luis Ignacio Ortega (la vicepresidenta, Adela Asua, presenta otro en el que, además, cree que no se han ofrecido pruebas de cargo).

Murillo provoca fricciones

Al igual que ocurrió en el TS, la parcialidad de Murillo constituye la gran fricción entre los magistrados. Pese a que la mayoría impone su tesis, dos jueces del Supremo y otros cinco del TC consideran que el «ya sabía yo lo que me iba a contestar» que le espetó a Otegi en el procedimiento de 2011 la inhabilitaban en este juicio. No obstante, el fallo considera que la diferencia de «objeto» de ambos juicios «es suficiente para considerar que los prejuicios mostrados por dicha magistrada en aquel proceso no resultan trasladables (ni son relevantes) a este».

Sobre la presunción de inocencia, el fallo argumenta que «no puede sostenerse que la conclusión de que los recurrentes seguían una estrategia diseñada y dirigida desde la organización terrorista resulte más improbable que probable» -pese a que quedó acreditado que la labor de Otegi y sus compañeros desembocaría en «Zutik Euskal Herria»- e insiste en la coincidencia de «métodos violentos».

El fallo también rechaza que la negativa de Otegi a la condena a ETA supusiese un «elemento incriminatorio» aunque insiste en la línea ya apuntada por el TS, que la exigía para aportar credibilidad a la defensa de «una solución pacífica». Afirmaciones desacompasadas con hechos como el comunicado hecho público el domingo por parte de la organización armada.

Aralar califica de venganza la decisión de los jueces

Aralar considera que la decisión adoptada por el Tribunal Constitucional español de desestimar los recursos de amparo presentados por los condenados en el llamado «caso Bateragune» y mantenerlos en prisión «solo es posible entenderlo desde la venganza».

«En cualquier estado que se tiene a sí mismo por democrático es una auténtica aberración condenar y encarcelar a personas por el mero hecho de hacer política, pero cuando el paso del tiempo echa por tierra todos los argumentos para la condena el tomar la decisión de mantenerlos en prisión convierte en totalmente desmedida la decisión de mantener a esas personas encarceladas. Es tal la insensatez que está cometiendo el Estado español que solo es posible entenderla desde la venganza», señaló.

El lehendakari del Gobierno de Lakua, Iñigo Urkullu, hizo público un post en sus cuentas de Twitter y de Facebook en el que destacó que «Otegi nunca debería haber ido a la cárcel por una reunión» y subrayó que el resultado de la votación (7-5) ha dejado en evidencia la división existente en el seno del Tribunal Constitucional. Además, añadió que es evidente que ETA ha dejado las armas y que la izquierda abertzale «legalizó un partido político que acata el ordenamiento vigente».

Sortu, por su parte, comparecerá hoy en Donostia para hacer una valoración de la sentencia del Tribunal Constitucional español. Martxelo DÍAZ