EDITORIALA
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Se trata de cumplir, no de aparentar

La nueva estrategia de Seguridad y Salud en el Trabajo hasta 2020 de la Unión Europea se propone hacer frente a tres «desafíos», a saber, un mejor cumplimiento de la normativa vigente en materia de seguridad y salud; la mejora de la prevención de riesgos, incluyendo las enfermedades de los riesgos relacionados con el trabajo, y una especial atención al envejecimiento de la población activa. Para ello, establece siete «objetivos estratégicos», por supuesto deseables, pero cuyo resultado difícilmente será comprobable. Según la Comisión Europea, a raíz de la anterior estrategia de Seguridad y Salud los accidentes de trabajo y las enfermedades laborales se redujeron en un 25%; sin embargo, en el seno de la propia CE se reconoce que no es un porcentaje fiable debido a los deficientes datos aportados por los estados. Por otro lado, no se puede obviar que la disminución del número de puestos de trabajo en los últimos años ha tenido una incidencia directa en esa reducción.

A pesar de las elevadas cifras de siniestralidad laboral en la UE, la Comisión Europea parece decir que en otros lugares del mundo esta es mayor, y es cierto; sin embargo, el objetivo no debe ser «mantener el liderazgo» en el nivel de las condiciones laborales, sino lograr el compromiso, para empezar, de cumplir estrictamente la legislación vigente en materia de seguridad y salud laboral por parte de todos los estados. Pero además, el mencionado desafío de implementar mejor las normas conlleva una flexibilización de las mismas para las pequeñas empresas, como si se tratase de aparentar un mejor cumplimiento. Para ello se han de poner los instrumentos necesarios, desde las facilidades para hacerlo efectivo por parte de todos hasta la vigilancia y, en su caso, la sanción oportuna. Otro elemento central de la esta nueva estrategia de Seguridad y Salud de la UE es la salud en los trabajadores mayores. Muy oportuna observación, pero de difícil conciliación con la tendencia ascendente de la edad de jubilación.

En materia de derechos, no se trata de aparentar, ni siquiera de competir por ser quien menos los vulnera, sino de no vulnerarlos. Ese debe ser el objetivo.