EDITORIALA
EDITORIALA

Cifras que muestran lo crítico del momento a nivel mundial

Según datos de la Organización Mundial de la Salud recabados por el corresponsal de «La Vanguardia» en África, Xavier Aldekoa, desde 1976 el ébola ha provocado 2.477 muertos, mientras la malaria genera 1.726 al día, el sida 4.110 al día, y también cada día mueren 10.000 personas de desnutrición. El mismo periodista relataba desde Sudán del Sur que en este momento, en medio de una guerra de la que apenas se tiene conocimiento, cuatro millones de personas corren peligro de morir de hambre. Estos datos no deberían empujarnos a la demagogia, pero deberían hacernos reflexionar sobre la parcialidad con la que enfocamos la realidad. Y deberían empujarnos a actuar, siquiera parcialmente, pero de manera urgente.

No es solo una cuestión de cifras, pero...

Moviendo el foco hacia Oriente Medio, 1.875 palestinos habían muerto en la ofensiva del Ejército israelí contra los palestinos de Gaza hasta el 6 de agosto, de los cuales 450 son niños, según datos del Ministerio de Salud de la franja recogidos por Al Jazeera. Esa misma cadena hacía recientemente balance de guerra del mes de julio en Siria y, dando por buenos los cálculos de Syrian Network for Human Rights (SNHR), contabilizaba 2.549 muertos, de los cuales 259 serían niños y 147 mujeres. Los datos no son del todo fiables, dado que se han convertido en un arma de propaganda bélica. De hecho, en enero pasado Naciones Unidas informó de que renunciaba a actualizar la cifra de muertos en Siria porque no podía certificar los datos. Por aquel entonces llevaban contabilizadas 100.000 defunciones como consecuencia directa de la guerra. En todo caso, es evidente que de entonces a ahora el conflicto se ha recrudecido exponencialmente y si bien pueden no ser exactas, la tragedia debe rondar esas cifras. Eso sin contar las muertes provocadas por los efectos de la guerra, al margen del enfrentamiento.

A todo ello hay que sumar los datos de emigración y desplazamientos provocados por la guerra, terreno en el que los éxodos palestino y sirio se retroalimentan. La Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) tiene identificados a 5,2 millones de refugiados de Palestina. Son la tercera parte de los refugiados del mundo y están repartidos en Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano y, cómo no, Siria.

Precisamente esa misma agencia ha calificado la crisis siria como «la mayor crisis humanitaria de la historia de Naciones Unidas». Según datos de la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas (UNHCR), más de 6,8 millones de sirios (la población total está estimada en 22 millones) están desplazados en este momento, la mayoría de ellos dentro de las fronteras del país. En julio unos 45.000 sirios han emigrado a países vecinos, con 3.010, 13.052 y 31.155 emigrantes registrados en Jordania, Turquía y Líbano, respectivamente. Solo un país que tradicionalmente ha recibido refugiados sirios ha rebajado su cuota el pasado mes. Se trata, lógicamente, de Irak, de donde 3.018 emigrantes sirios han partido huyendo de esa otra guerra que sufre una escalada aterradora.

Según la organización Iraq Body Count, dedicada a cifrar la muerte de civiles desde el comienzo de la ocupación norteamericana en 2003, en julio murieron 1.481 civiles en ese país a consecuencia de acciones armadas, cifra cercana al número de muertos en ese mismo periodo en 2005 -el año siguiente, 2006, sería el peor hasta ahora, con 3.297 muertes violentas-. El cómputo general de civiles muertos en estos once años es de entre 127.125 y 142.200. Sumados los combatientes el total es de unos 193.000. Once años después de la invasión, tres de las retirada de las tropas, EEUU vuelve a bombardear Iraq, ahora para combatir uno de los hijos de sus políticas y aliado en otros frentes, el yihadismo. La primera víctima de estos movimientos es la población de esos países, desde Irak hasta Afganistán.

Más cerca, la guerra en Ucrania también tiene su derivada humanitaria. Según el director de la División de Coordinación y Respuesta de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), John Ging, 117.910 ucranianos huyen de los rebeldes y se han desplazado a otras zonas de Ucrania, mientras que otras 740.000 personas han buscado refugio en Rusia. Ya hay un total de 857.910 desplazados y la cifra sigue subiendo. A falta de datos de las últimas jornadas, hasta ahora se han contabilizado 1.367 muertos.

Ciñiéndonos a esa vertiente humanitaria, abriendo un poco más el foco espacial y temporal, ¿quién se acuerda de Haití?

Urgencia, importancia y responsabilidad

Las crisis humanitarias a las que se enfrente el mundo en este momento son tantas y de tal dimensión que resulta imposible establecer prioridades. Se entrecruza también el debate entre lo urgente, la vida de esas personas, y lo importante, encontrar soluciones políticas estables que imposibiliten que estas tragedias continúen y se reproduzcan. También el de las causas y la responsabilidad en esas situaciones, tan distantes pero no tan ajenas como algunos creen. No obstante, la mala conciencia y la lucidez estratégica sirven de bien poco si no se traducen en acciones concretas y eficaces. Aunque sean parciales.

Asimismo, vistos en esta perspectiva, nuestros problemas y conflictos parecen nimios, casi ridículos. Pero son nuestra primera responsabilidad, y la conciencia de este escenario debería servir para atender a esa responsabilidad, sin falsos debates, sin demagogia, sin demora.