Las bolsas se deslizaron desde el inicio hacia las pérdidas. El intento de superar la decepción provocada por el BCE y la cascada de malas referencias de la eurozona han resultado estériles. Ayer, además, apareció el miedo al ébola, tras confirmarse el primer caso en Madrid. Aerolíneas y empresas hoteleras pagaban por la posible extensión del problema, las futuras medidas adicionales para cumplir con los controles sanitarios y el temido descenso de clientes. En el plano macroeconómico, más de lo mismo: el FMI recortaba sus proyecciones de crecimiento para las tres economías principales de la eurozona. El mismo diagnóstico pesimista alcanzaba al resto del mundo, excepto a EEUU y Gran Bretaña, que siguen en vía de expansión. Se completó el cuadro con un dato real: la caída de la producción industrial alemana en agosto hasta niveles mínimos de cinco años. Por tanto, un día de miedos contagiosos, tanto en la economía como en el ébola, que supuso fuertes descuentos. El Ibex se hundió un 2,02%, hasta los 10.430,70 puntos. Londres bajó un 1,04%, Fráncfort, un 1,34%, y París, un 1,81%, En el Ibex, todos los valores cerraron en rojo. Abengoa (-6,89%), IAG (-6,57%) y Gamesa (-5,10%) cosecharon las mayores pérdidas. Fuera del Ibex, NH Hoteles (-4,77%) y Meliá (-1,89%) sufrían también por la alarma del ébola. BBVA y Santander, que bajaron más de un 2%, fueron los peores de los grandes. En París, los mayores correctivos fueron para Alcatel-Lucent, Cap Gemini y Accor, que cedieron más de un 3%. Solo Renault (+0,38%) acabó en verde.