Alberto CASTRO
Al cierre

Se mantiene al castigo

El Ibex encadenó la tercera bajada consecutiva, ante la falta de catalizadores capaces de animar a los inversores. Así, Draghi volvía a reclamar reformas para impulsar el crecimiento a la vista del escaso éxito logrado hasta ahora por su política monetaria y los anuncios de compra de activos. En Alemania, el miedo a la recesión ya ha llegado tras conocerse que en agosto las exportaciones caían un 5,8% -también se han derrumbado los pedidos de bienes duraderos y la producción industrial-, mientras que le siguen lloviendo recortes en las previsiones de crecimiento desde instituciones privadas. No obstante, Berlín insiste en los ajustes fiscales y la reducción del déficit, y pone en duda el camino de expansión abierto por el BCE con sus inyecciones de liquidez En EEUU, sin embargo, sorprendía la caída en las peticiones semanales de subsidio de desempleo. A pesar del buen dato, se mantuvo el sesgo pesimista, lo que llevó al Ibex hasta los 10.273,70 puntos, después de ceder un 0,63%. Reduce la subida anual al 3,60%. Este avance corre serio peligro de esfumarse si no logra rebotar desde el entorno de los 10.000 puntos, según los analistas. En Europa, solo Fráncfort (+0,11%) esquivó las pérdidas. París retrocedió un 0,64%, y Londres, un 0,78%. En el Ibex, los más penalizados fueron Dia, Sacyr y Abengoa, con recortes superiores al 4%. Santander (-0,75%) encabezó las caídas de los pesos pesados. En París, Alcatel-Lucent se hundió un 6,15%. La tecnológica es el peor valor del Cac en el año al perder un 36%. Solvay (+1,33%) fue el más alcista.