El Ibex se desplomó ayer un 3,59%, perdió los 10.000 puntos de forma contundente y registra ya números rojos en el año. Aunque entraba en los pronósticos la cesión de la barrera psicológica, los analistas no esperaban esta reacción fulminante bajista que se extendía por el conjunto de los mercados mundiales. En Europa, el panorama económico presenta poca esperanza después del parón de Alemania, pero ayer se complicó más con el derrumbe de la bolsa griega, impactada por la decisión del Gobierno de Antonis Samarás de abandonar el programa de rescate en 2015. Las dudas de la agencia crediticia Fitch sobre la solvencia de su sistema bancario elevaron la alarma entre los inversores. Además, desde EEUU llegaba otro misil de pesimismo al conocerse la caída por primera vez en ocho meses de las ventas minoristas y una apertura muy negativa de Wall Street. El Ibex, que saldrá hoy desde los 9.838,50 puntos, ha regresado a niveles de mediados de marzo. En el ejercicio se deja ahora un 0,79%. También sufrieron fuertes varapalos los índices principales de París (-3,63%), Fráncfort (-2,87%) y Londres (-2,83%). En el Ibex, hasta 25 valores se hundieron más de un 3%, y ninguno pudo acabar al alza. Los peores fueron Abengoa (-8,09%), OHL (-6,73%) y Gamesa (-6,42%). De los grandes, Santander (-4,03%) y BBVA (-3,42%) fueron los peores. En París, Alcatel-Lucent (-6,30%), Crédit Agricole (-5,45%) y GDF Suez (-5,42%) registraron las caídas más abultadas. Las acciones de LVMH (-0,16%) fueron las menos penalizadas.