Joseba Salbador

Plentzia, un rico pasado que evoca balleneros, marinos y astilleros

Plentzia es conocida en la actualidad por su playa, su moderno puente «atirantado» y su ría jalonada de pequeñas embarcaciones. Pero esta villa vizcaina atesora un rico y desconocido pasado ligado a la pesca de la ballena, el comercio marítimo y la construcción naval.

El río Butroe siempre ha sido importante en la historia de Plentzia.
El río Butroe siempre ha sido importante en la historia de Plentzia.

Aunque el poblamiento de las márgenes del río Butroe se conoce ya desde época romana –de la que datan las monedas encontradas junto al puente de Plentzia–, la actual villa fue fundada en el siglo XIII, sobre el antiguo poblado de Gaminiz, con la denominación Plasentia de Butrón.

Villa marinera y pescadora en sus orígenes, en el documento de su fundación ya se le reconocía una zona para la pesca de la ballena, y en los siglos XV y XVI, arrantzales de esta localidad surcaban los mares de Terranova y Labrador en busca de la ballena. Se da la circunstancia de que un municipio de esa zona canadiense se denomina precisamente Placentia de Terranova, que podría tener su origen en los balleneros vascos, que la bautizaron así debido a que ambos emplazamientos guardan grandes similitudes orográficas, con una bahía abrigada y una buena playa.

Los marinos de Plentzia, posteriormente, se dedicaron al cabotaje y al transporte de mineral de hierro en el Golfo de Bizkaia, aprovechando la excelente ubicación geográfica de este puerto.

Todos los aspectos de la navegación los regía la Cofradía de Mareantes de Plentzia, denominada de San Pedro, que también agrupaba a los marinos de Barrika, Sopela, Lemoiz y Gorliz, y que se extinguió en 1870.

Debido a la excelente calidad y cantidad de la madera de sus bosques, la existencia de astilleros se conoce desde los inicios de la villa. Hasta el siglo XVI, la mayor parte de los buques fabricados tenían como destino el sector pesquero, pero en el siglo XVII fue el comercio el que adquirió un mayor protagonismo, siendo el siglo XVIII el de mayor actividad en el puerto de la villa.

La construcción naval comenzó a desaparecer en el segundo tercio del siglo XIX, tras la segunda Guerra Carlista, aunque en su declive también fueron decisivos los problemas de calado del puerto, agravados por la construcción de los diques exteriores a principios del siglo XX y el encauzamiento de la ría.

Fiel reflejo de esta tradición marinera es el escudo o blasón de Plentzia, que muestra una nao o embarcación de gran porte provista de los característicos castillos de proa y popa, al estilo de las embarcaciones vascas de la época. El escudo se encuentra en el torreón de Plentzia, una casa torre del siglo XVI que actualmente alberga el museo marítimo, inaugurado en 1999 y que acoge diferentes elementos del pasado marinero de Plentzia: maquetas de barcos, instrumentos de navegación, documentación marina...

Aguas arriba del río Butroe

Los astilleros se situaban en ambas márgenes de la ría de Plentzia, que asciende río arriba formando diferentes meandros hasta el famoso castillo de Butroe. Se trata de un trazado fluvial que sigue la ruta de los anguleros, otra de las actividades tradicionales que se llevaban a cabo en la ría de Plentzia.

Este recorrido, que podemos realizar en canoa, nos lleva por el meandro de Isuskitza hasta la presa de Arbina, donde la ría pierde su entidad para convertirse en el río Butroe. Es aquí donde emergen entre la vegetación los diferentes puestos donde se disponían los anguleros en busca del preciado manjar.