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El Aita Mari ha zarpado rumbo al Mediterráneo Central tras cinco meses en puerto

A pesar de los obstáculos impuestos por Italia, el buque de rescate Aita Mari ha zarpado esta madrugada para efectuar las labores de rescate en la ruta migratoria entre Libia e Italia.

El Aita Mari ha llegado hasta el puerto de Bilbo. (@maydayterraneo)
El Aita Mari ha llegado hasta el puerto de Bilbo. (@maydayterraneo)

Tras casi cinco meses en el puerto de Pasaia, el buque Aita Mari ha zarpado en la madrugada de este juevea rumbo al Mediterráneo Central para efectuar labores de rescate.

En una primera etapa, la nave ha llegado hasta el puerto de Bilbo. «Atracamos aquí a la espera de que pase el mal tiempo», han escrito en su cuenta de Twitter.

Según informó la ONG Salvamento Marítimo Humano (SMH), a bordo irá una tripulación de 13 personas con el objetivo de monitorizar «el cumplimiento de los derechos humanos» en la ruta migratoria entre Libia e Italia. Calculan que el buque llegará a la zona acordada en 14 días, dependiendo del estado de la mar.

El pasado 10 de julio, el Aita Mari llegó a Pasaia con el objetivo de realizar las reformas a bordo exigidas por Italia como condición para poder navegar. La ONG ha criticado que este obstáculo «fue una estrategia más para detener a la flota solidaria, puesto que al Aita Mari se le exigían requisitos de seguridad y navegación de los que estamos exentos por las características de construcción del buque».

«Aun así, hemos comprobado cómo, sin casi presencia de barcos de rescate en la zona, las personas se siguen jugando la vida en el Mediterráneo y las autoridades europeas no despliegan medios suficientes para auxiliarles y garantizar el cumplimiento de los derechos humanos. Por ello, nos hemos visto obligados a realizar a bordo las reformas exigidas por Italia», han lamentado.

El coste de las reformas ha sido aproximadamente de 30.000 euros. Además, el Aita Mari tendrá que cumplir los requisitos italianos que, a su juicio, muestran un planteamiento «perverso y arbitrario». «Son arbitrarios porque los requisitos de navegación solo se exigen a la flota solidaria y, no, al resto de buques que transitan por la zona», denuncia la ONG.