La pandemia provoca un aumento sin precedentes de la pobreza en Latinoamérica

El covid-19 ha propiciado un aumento sin precedentes en los niveles de pobreza de Latinoamérica, alcanzando al 33,7% de la población.

Dos menores recogen residuos para reciclar junto a un vertedero en un municipio del estado de México. (Alfredo ESTRELLA/AFP)
Dos menores recogen residuos para reciclar junto a un vertedero en un municipio del estado de México. (Alfredo ESTRELLA/AFP)

La pandemia del coronavirus está provocando un aumento sin precedentes en los niveles de pobreza en Latinoamérica, la región más desigual del mundo y más afectada por la crisis sanitaria, con 22 millones de nuevos pobres en 2020, según ha revelado este jueves la Cepal.

El organismo dependiente de la ONU ha estimado que el año pasado la tasa de pobreza alcanzó el 33,7% de la población y la de pobreza extrema se situó en 12,5%, niveles que no se han observado en los últimos 12 y 20 años, respectivamente.

El total de personas en situación de pobreza aumentó así a 209 millones, de los que 78 millones se encuentran en situación de pobreza extrema, lo que supone ocho millones más que en 2019, según el informe ‘Panorama Social de América Latina 2020’ presentado por la la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), con sede en Santiago de Chile.

«Ocho de cada diez latinoamericanos son vulnerables, por ello se requiere avanzar en sistemas de protección social universales», ha dicho la secretaria ejecutiva de la institución, Alicia Bárcena, quien ha alertado de que el ascensor social se ha detenido y cerca de 59 millones de personas que en 2019 pertenecían a los estratos medios experimentaron un proceso de movilidad económica descendente.

Los gobiernos latinoamericanos implementaron un total de 263 medidas de protección social de emergencia en 2020, que alcanzaron casi al 50% de la población (326 millones de personas). Sin esas medidas, ha alertado Bárcena, «la incidencia de la pobreza extrema habría alcanzado el 15,8 % y la pobreza el 37,2 % de la población».

La peor recesión en más de un siglo

La pandemia, que registra 21,5 millones de casos y cerca de 700.000 decesos en un año en Latinoamérica, está viviendo una segunda ola en varios países como México, Brasil, Perú o Chile, que habían iniciado la apertura de sus economías y han tenido que dar pasos atrás.

«Latinoamérica tiene el 8,4% de la población mundial y el 27,8% de muertes registradas por la pandemia en el mundo. Esto sucede por razones como el hacinamiento, la falta de accesos básicos, el sistemas de salud fragmentados y el lento y desigual acceso a vacunación», ha asegurado Bárcena.

El coronavirus ha agravado los problemas estructurales de la región, provocando la mayor crisis económica en los últimos 120 años en Latinoamérica, con una contracción en 2020 del 7,7% y una tasa de desocupación regional del 10,7%, lo que representa un incremento del 2,6% respecto a 2019, según Cepal.

El nivel del PIB per cápita regional, además, terminó el año pasado en el mismo nivel de 2010, lo que significa que la región se encuentra frente a una nueva década perdida, como la vivida en 1980.

«Para 2021, vemos un rebote del 3,7%, pero nos va a costar algunos años recuperar los niveles de actividad económica de 2019», ha lamentado la secretaria, que ha agregado que la región enfrenta la pandemia en un momento de debilidad de su economía, con un crecimiento que apenas alcanzó una tasa del 0,1% en 2019.

Si la región creciera al 0,3%, la tasa promedio del último sexenio, el nivel del PIB de 2019 no se alcanzaría en la próxima década, mientras que si se mantuviera el crecimiento mostrado en la última década (1,8%) se lograría en 2024, según el organismo.

El principal problema que encara Latinoamérica es el desigual proceso de vacunación que se está llevando a cabo: mientras que Chile es el líder regional y ya ha inoculado a más del 18% de su población, hay países como Guatemala, Paraguay o El Salvador que apenas han vacunado a unos pocos miles de personas.

«No vamos a conseguir la inmunidad de rebaño en 2021. Estamos viviendo un fuerte acaparamiento mundial de las vacunas de los países desarrollados y urge una colaboración internacional», ha instado la secretaria.