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Tubacex afirma que las plantas de Aiaraldea no son rentables por el alto coste energético

Los responsables de Tubacex han señalado que todas las compañías del grupo están en beneficio salvo las plantas de Aiaraldea, que seguían en pérdidas en el primer trimestre por los elevados costes energéticos.

La sede de Tubacex en Laudio.
La sede de Tubacex en Laudio. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

Los responsables de Tubacex han afirmado que las plantas de Aiaraldea están en perdidas por los costes energéticos que se han «multiplicado por cuatro o por cinco».

En una rueda de prensa ofrecida con motivo de la celebración este jueves de la junta de accionistas, el consejero delegado de Tubacex, Jesús Esmorís, y el presidente, Francisco García Sanz, han aseverado que al acuerdo de congelación salarial alcanzado tras meses de huelga en 2021 «ayuda», pero «lo que más ayuda es la apuesta por menos toneladas y mayor valor añadido».

Esmorís ha reconocido que «menos toneladas significa menos personas», aunque ha precisado que no hay previsión de despidos en Aiaraldea. Ha aseverado que las plantas alavesas ahora mismo están «bien posicionadas, en los productos correctos y, si se hacen las cosas bien, hay una estabilidad sin ninguna duda».

Por su parte, García ha apuntado que se puede conseguir el acuerdo alcanzado les ha hecho «más competitivos». «Quién dice que ese valor añadido no se puede hacer en el País Vasco», ha indicado el presidentes, que quiere duplicar sus ventas de los años precovid (2018 y 2019) para 2025 hasta alcanzar los 1.000 o 1.200 millones de euros.

Así lo recoge el nuevo plan estratégico 2022-2025 que pondrá el foco «en energía y movilidad». Esmorís ha explicado de que van a crecer las renovables pero el gas «está para quedarse como energía de transición» y Tubacex apuesta por esa energía «claramente».

En este sentido, ha subrayado que tienen que «acompañar a sus clientes y a la sociedad» en la transición energética y convertirse «en un proveedor de soluciones multienergía», y «no necesariamente solo de tubos».

Ha apuntado que en la empresa quieren reducir su exposición al sector 'oil&gas', principalmente al petróleo, para que pase a representar únicamente un tercio de sus ventas en 2025 –frente al actual 60%–, y llegar a un 'mix' de negocio «más balanceado» con el foco en industrias como la aeroespacial, la farmacéutica, el hidrógeno o aplicaciones de CCS.

El nuevo plan tiene dos fases, una primera centrada en los resultados, en generación de caja, bajar deuda y «volver a fortalecer el balance»; y una segunda, en los años 2024 y 2025, donde se dará «un paso más importante en la diversificación» y, por ello, se plantea integrar alguna compañía «relevante» de un sector complementario al de Tubacex.

«Relativamente optimistas»

Esmorís ha precisado que fue en la segunda parte de 2021 cuando se volvió a reactivar el mercado y ahora se muestran «relativamente optimistas»" respecto al corto y medio plazo.

Por lo tanto, si continúa la evolución positiva y con un mercado en recuperación pese a existir «muchas dudas externas», esperan obtener en 2022 unos resultados, tanto en Ebitda, como ventas y beneficio, por encima de los de 2018 y 2019, año ese último que cerró con un beneficio de 11,1 millones, unas ventas de 613,5 millones y un Ebitda de 67,1 millones.

El consejero delegado ha recordado que en el primer trimestre se han casi duplicado los ingresos y sigue la entrada de pedidos «fuerte». Su mayor preocupación tiene que ver con la inflación de materias primas y, sobre todo, el coste energético, que «lastra la cuenta de explotación».