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Polémica homilía de La Blanca, mezclando agresiones y pinchazos con drogas y porno

En su homilía durante el día de La Blanca, el obispo de Gasteiz, Juan Carlos Elizalde, se ha quejado de que no se dé el mismo eco a la exposición juvenil a «drogas y pornografía» que a los ataques machistas que se suceden, ahora también en forma de pinchazos.

El obispo de Gasteiz, Juan Carlos Elizalde, en una imagen de archivo.
El obispo de Gasteiz, Juan Carlos Elizalde, en una imagen de archivo. (EUROPA PRESS)

El obispo de Gasteiz, Juan Carlos Elizalde, ha sembrado la polémica con su homilía del día grande de las fiestas de Gasteiz asegurando que hay una «doble moral» cuando se denuncian «agresiones juveniles» o «los pinchazos en la noche de los jóvenes» y a la vez se hace «la vista gorda» con la «exposición abierta» a «drogas, alcohol y pornografía».

En ese sentido, durante la Misa por el Día de la Virgen Blanca, Elizalde ha advertido de que «muchos padres están perdiendo el sueño por el tipo de ocio en el que participan sus hijos, ante una falta de alternativa sana y libre de peligros».

Tras una «multitudinaria» Procesión de los Faroles que cerraba la víspera del Día Grande, a las siete de la mañana de este viernes partía desde la céntrica Plaza de la Virgen Blanca la procesión del Rosario de la Aurora y la imagen de La Blanca ha sido portada a hombros por blusas y neskas por las calles del centro y Alde Zaharra.

En la Misa de la Aurora, el obispo ha dicho que, «como les pasó a José y María, que perdieron a su hijo y por fin lo encontraron tres días después en el templo de Jerusalén, hoy también, en medio de la fiesta, muchos padres tienen miedo de perder a sus hijos».

«Doble moral»

En sus palabras, ligadas a este pasaje bíblico, ha alertado del «preocupante panorama juvenil» y ha asegurado que «sin caer en grandes alarmismos», muchos padres y madres «están perdiendo el sueño por el tipo de ocio en el que participan sus hijos ante una falta de alternativa sana y libre de peligros».

El obispo ha denunciado que «este sistema socioeconómico que deshumaniza a tantísimas personas, también asfixia el descanso y el derecho a una infancia, adolescencia y juventud sanas y seguras, acordes a su edad»

En este sentido, ha dicho ver una «doble moral» en que «nos llevamos las manos a la cabeza cuando vemos la violencia, las agresiones o los pinchazos en la noche de los jóvenes y a la vez hacemos la vista gorda a su exposición totalmente abierta al consumo de drogas, tabaco, alcohol o pornografía».

Según ha dicho, en plataformas audiovisuales y redes sociales se les estimula a una «hipersexualidad desvinculada de afecto y proyecto que, combinado con el acceso a la pornografía, supone una concepción errónea y perversa del amor, del sexo y del respeto a su propio cuerpo».