NAIZ

Putin avisa sobre recortes en la producción de petróleo tras el tope al precio del crudo ruso

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha advertido de que Rusia puede reducir la producción de petróleo como una de las medidas de respuesta al tope de 60 dólares por barril impuesto por la Unión Europea, el G7 y Australia al crudo ruso.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en Bishkek.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en Bishkek. (Vyacheslav OSELEDKO | AFP)

Vladimir Putin ha señalado en una rueda de prensa tras participar en la cumbre de la Unión Económica Euroasiática (UEE) en Biskek, capital de Kirguistán, que «simplemente no venderemos a aquellos países que toman tales decisiones. Pensaremos tal vez incluso en la posibilidad (...) de reducir la producción» de petróleo, como respuesta a la decisión de la Unión Europea, el G7 y Australia de poner un tope al crudo ruso.

«Tenemos un acuerdo con la OPEP+ sobre determinado nivel de extracción Pensaremos algo adicional, si se precisa», ha indicado en referencia a Rusia.

Putin ha mencionado que el precio tope de 60 dólares por barril impuesto por Occidente no afecta solo a Rusia, sino a «todos los productores». Y ha explicado que «si alguien acepta que el consumidor fije el precio, ello conducirá al colapso del propio sector, porque el consumidor siempre va a insistir en que el precio sea más bajo».

El presidente ruso ha reiterado que, en todo caso, Rusia no perderá en esta lucha, con la que Occidente pretende mermar los ingresos del Estado ruso con los que financia la campaña militar en Ucrania.

«Nosotros no perderemos en ninguna circunstancia», ha dicho al desestimar el efecto del precio tope, que, según ha destacado, se corresponde con los que actualmente se vende el crudo ruso.

Putin ha adelantado que en los «próximos días» emitirá un decreto con «pasos concretos» para contrarrestar la medida.

El presidente ruso ha admitido, además, que los resultados de la economía rusa «pudieron haber sido mejores» este año. «Nos pronosticaban una caída del 20% de la economía de Rusia. Ha habido un descenso, pero del 2,9%. Es una gran diferencia, vemos que quienes pronosticaban ese desarrollo de los acontecimientos se equivocaron enormemente», ha subrayado.

A su juicio, la situación de la economía de Rusia «es realmente mejor que la de muchos otros países en toda una serie de componentes». Y ha destacado, en particular, que la inflación en Rusia será este año del 12,2 o 12,3%, cuando en los países europeos este indicador se situarán entre el 17 y 20%.

«Para una economía europea son magnitudes desmesuradas. Esto es algo totalmente evidente», ha sentenciado.

«Algo de tiempo»

El presidente ruso ha reconocido, por otro lado, que el fin de la guerra en Ucrania «requerirá algo de tiempo» pues lograr sus objetivos «no será fácil», y ha asumido que se deberán llevar a cabo «negociaciones».

Putin ha advertido de que las partes deberán aceptar las «realidades» que se dan en territorio ucraniano, según ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.

El mandatario ha dejado así entrever que Moscú ya no solo reclama la soberanía sobre Crimea, sino que se amparará en los resultados de los referéndums celebrados en septiembre en las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jerson, para reclamar su control sobre estos territorios, que no controla totalmente.

Además, Putin ha advertido de que Rusia debe ser consciente de con quién está negociando, pues la «confianza» en Ucrania y gran parte de la comunidad internacional está a día de hoy «casi a cero». «He dicho muchas veces que estamos listos para los acuerdos, estamos abiertos, pero esto nos hace pensar con quién estamos tratando», ha dicho.

No habrá nueva movilización parcial

Por otro lado, ha descartado la posibilidad de decretar una nueva movilización parcial, como la de finales de septiembre, en el marco de la cual Rusia reclutó a un total de 300.000 ciudadanos para unirse a las filas en Ucrania.

Así, Putin ha aseverado que a día de hoy «no existen las condiciones» para una nueva movilización, y ha detallado que unas 150.000 de las tropas reclutadas con el anterior decreto se encuentran en territorio ucraniano, si bien solo la mitad están en primera línea de combate. En resto, ha informado, están en «campos de entrenamiento», confirmando así que la Fuerzas Armadas de Rusia cuentan con una suerte de «reserva de combate».

Carrera armamentística

Ha aprovechado también la ocasión para anunciar que Rusia podría valorar la posibilidad de «adoptar» la estrategia de seguridad de Estados Unidos, que contempla tanto los «ataques preventivos» como los de «desarme».

Junto a esta modalidad de ataques, Putin ha recordado que Moscú podría retomar el uso de misiles de crucero, un tipo de proyectiles que Rusia abandonó hace un tiempo pero de los que ahora vuelve a disponer y son «más modernos e incluso más eficientes» que los de Estados Unidos.