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50 años después, un tribunal confirma que el irlandés Liam Holden fue torturado

Liam Holden fue objeto de torturas por parte del Ejército británico para que confesase que mató a un soldado británico en 1973. Una sentencia de un tribunal de Belfast lo confirma 50 años después. Holden fue condenado a muerte y pasó 17 años en prisión.

Foto de Liam Holden en 1973.
Foto de Liam Holden en 1973. (NAIZ)

En 1973 Liam Holden fue acusado de matar un soldado británico en el norte del Irlanda y fue la última persona condenada a la horca por los tribunales británico.

Hoy, 24 de marzo, más de medio siglo después de que la condena a la horca fuera reconvertida a cadena perpetua, once años después de que la sentencia fuese anulada y un año después de que Holden muriera, un tribunal de Belfast ha ordenado que se le indemnice con 350.000 libras (395.000 euros).

El tribunal ha aceptado que el Ejército torturó a Holden sometiéndole a la bañera para que confesase que disparó a Frank Bell, un paracaidista británico de 18 años. La sentencia que Holden no ha podido ver con vida incluye que fue sometido a tratamiento inhumano, irregularidades en la acusación y enjuiciamiento malicioso.

Holden murió el pasado mes de septiembre, cuando tenía 68 años y tras luchar durante décadas para limpiar su nombre mediante una causa judicial contra el Ministerio británico de Defensa.

Su hijo Samuel ha señalado a BBC Radio que su familia se encuentra triste y aliviada. «Mi padre no está aquí para ver que todo ha concluido bien. Ha sido un largo camino para él, pasó por muchas dificultades para llegar hasta aquí. Ha quedado demostrado que no tendría que haber sufrido lo que sufrió. Hoy está claro que era inocente», ha añadido.

Holden fue detenido por soldados británicos en 1973, acusado de haber disparado y matado a Bell en Ballymurphy, al oeste de Belfast. Un jurado le condenó tras un juicio de cuatro días. El juez le dijo que «sufrirá la muerte de la manera que lo autoriza la ley».

Poco después de que su sentencia fuera conmutada por cadena perpetua, la pena capital fue abolida en el norte de Irlanda, una medida que ya se había adoptada en Gran Bretaña. Holden estuvo 17 años en prisión.

En 2012, el Tribunal de Apelaciones anuló la condena después de escuchar que Holden había firmado una confesión después de ser llevado a una base del Ejército cercana al lugar donde se produjo el tiroteo y sometido a simulacros de ahogamiento y amenazas de muerte.