Zahra, la joven que inspira a las mujeres que quieren ir al fútbol en Irán
El documental ‘The Football Aficionado’, proyectado en el festival Thinking Football, es testigo del incansable empeño de las iraníes por la igualdad en el deporte y la sociedad.
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Pocas cosas levantan tantas pasiones en Irán como el derbi entre los dos equipos más famosos de Teherán, el Persepolis y el Esteghlal. Cada vez que los dos se enfrentan el país se paraliza, con miles de personas pendientes de una de las rivalidades más calientes de Asia. Es la muestra de que el fútbol es el deporte rey también en Irán. Sin embargo, hasta hace apenas dos años, a las gradas del enorme estadio Azadi, con capacidad para casi 100.000 espectadores, les faltaba una parte fundamental de la hinchada: las mujeres. Las autoridades les prohibían acceder a los estadios.
Zahra Khoshnavaz, una joven seguidora del Persépolis, es una de las mujeres que en estos últimos años han tenido el valor de enfrentarse a las autoridades iraníes para reclamar más derechos. En su caso, tan solo pedía algo tan sencillo como poder ir al estadio Azadi a animar a su equipo favorito. Los directores de cine Sharmin Mojtahedzadeh y Paliz Khosdel han documentado cuatro años de lucha de Zahra y sus amigas, cuyo fruto es ‘The Football Aficionado’, documental presentado y premiado en el festival de Busan de Corea del Sur en 2022 y que ahora se ha podido ver en Bilbo, dentro del Thinking Football Film Festival, organizado por la Fundación Athletic Club.
La lucha de Zahra ha sido fundamental para que las mujeres obtengan el derecho a acudir a los estadios, ya que mostró sus acciones por las redes sociales, se convirtió en viral y encendió el debate en la sociedad iraní. Al igual que otras mujeres, Zahra entraba de vez en cuando a los partidos disfrazada de hombre, con bigote y barba postizos. Sin embargo, su sueño era entrar como mujer y poder animar con libertad al Persepolis y a la selección de Irán. En el documental se ve cómo Zahra y otras mujeres se graban a sí mismas intentando acceder a un simple entrenamiento del equipo, pero se les niega la entrada. Se la ve también en la grada durante un partido, vestida de hombre. Ella asume orgullosa que es la líder de un nuevo movimiento.
El debate llega incluso a la televisión, donde los más conservadores alegan que las mujeres deben permanecer fuera de los estadios para que no tengan que oír las palabrotas de los hombres. Además, muchos creen que las mujeres tienen preocupaciones más importantes que ir al fútbol. «A mí esto es lo que me preocupa. ¿Qué les preocupa a los hombres? Pues que ellos luchen también por ello», responde Zahra. Quienes la apoyan recuerdan que la ley iraní no prohíbe a las mujeres ir al fútbol, por lo que son las autoridades las que no respetan las leyes.
Tras cuarenta años de prohibición, la lucha de Zahra empieza a dar sus frutos cuando se permite la entrada a mujeres en un Irán-Bolivia, de forma excepcional. Sin embargo, a Zahra y otras muchas no les dejan entrar, tan solo pueden hacerlo unas pocas VIPs elegidas por las autoridades. Es más, en el siguiente partido Zahra tiene que disfrazarse de hombre otra vez, pero los vigilantes están al tanto y la pillan.
Finalmente, una tragedia provoca el cambio: Sahar Khodayari, conocida como La Chica Azul, se inmola ante unos juzgados en septiembre de 2019 y fallece una semana después. A ella tampoco le dejaban entrar al estadio y se enfrentaba a seis meses de cárcel. Cuatro meses después la prohibición desaparece, aunque Zahra, también pendiente de juicio, tiene que ver los partidos por la televisión. «Soy una guerrera cansada tras una lucha desigual», declara en el documental, exhausta pero feliz porque otras mujeres ya disfrutan del ambiente del estadio. Al final, la condenan a dos meses de prisión, que puede conmutar por una multa económica.
Presentes en la proyección del documental en Bilbo, los directores Sharmin Mojtahedzadeh y Paliz Khosdel explican que ahora en muchos estadios de Irán admiten a mujeres, pero en otros aún no. Además, en todo caso, hombres y mujeres deben situarse en sectores separados. Los dos cineastas son seguidores del Persepolis, igual que Zahra, aunque Mojtahedzadeh, que es mujer, nunca ha acudido a un estadio.
Cuando Mojtahedzadeh y Khosdel conocieron la lucha de Zahra, aún en plena época de la prohibición, vieron en seguida que era una historia que había que contar. «Es un ejemplo de cómo las redes sociales pueden ayudar a cambiar la sociedad», han explicado a NAIZ. Cámara en mano, siguieron a Zahra durante años, la entrevistaron y mostraron su vida cotidiana. «A medida que pasaba el tiempo Zahra se hacía más conocida, mucha gente estaba en contra y empezamos a sufrir trabas para rodar el documental». De hecho, la vez que Zahra fue detenida por querer entrar al estadio disfrazada de hombre, Paliz Khosdel también fue retenido por las autoridades, por acompañarla y grabarlo todo. El director pasó cinco días en el calabozo.

Aún así, ha merecido la pena, ya que ‘The Football Aficionado’ se está difundiendo por todo el mundo y en Irán ha servido de inspiración. «Esta película ha impulsado otras luchas por los derechos sociales básicos», afirma Mojtahedzadeh. «Poco a poco, las mujeres en Irán se están movilizando por sus derechos y nosotros hemos querido formar parte de ello con nuestro documental».