Ricardo Cruz-Lopez
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¿Dónde está la fuerza del pensamiento en la nueva Euskal Herria?

Tenemos, en mi opinión, una realidad muy peculiar: han tenido lugar unos cambios muy importantes en la situación de Euskal Herria (el fin de la lucha armada de ETA, la desaparición de la organización armada y todo lo que esto ha supuesto para Euskal Herria, es más real que nunca la posibilidad de activar una lucha civil y pacífica y, a pesar de ello, no conseguimos ponerla en marcha...) pero, al menos en los medios de comunicación, se habla muy poco sobre esos temas que son tan importantes.

Hemos entrado en una nueva fase en el proceso de Euskal Herria. El final de la lucha armada y todos los cambios que ello ha supuesto de cara al problema vasco, sobre todo la transformación que ha tenido lugar en la izquierda abertzale, nos han situado en un tiempo nuevo lleno de oportunidades. Eso creíamos, al menos al principio, y creo que, por lo general, la mayoría de las personas nos identificamos con esa visión, que queremos ver el futuro con un mayor optimismo. El tiempo avanza, por el contrario, y no vemos, desgraciadamente, que llega la auténtica paz: la situación de los presos continúa como antes, no se ha puesto fin a la dispersión, perviven igualmente el odio y las enemistades entre las personas que creó el ciclo anterior que tuvo como característica fundamental la violación de todos los derechos humanos, no se les ha ofrecido una auténtica reparación a las víctimas y a todas las personas que han sufrido (a las que sufrieron torturas, a los familiares y amigos de las personas muertas por ETA y por las fuerzas policiales y parapoliciales, a los que, por pensar diferente, fueron perseguidos, a los que han conocido las consecuencias de la opresión del euskera…) y, en general, me parece que el cambio no ha sido tan grande, es decir, que la gente de Euskal Herria nos estamos adaptando fácilmente, demasiado fácilmente, a una situación que, aunque en apariencia sea nueva, en lo sustancial no es tan nueva.

Unido a lo anterior, hay una realidad que en este nuevo ciclo me preocupa mucho: la falta de debate que hay hoy en Euskal Herria. Creo que esa realidad merece un análisis más profundo y lo intentaré realizar aquí. Si observamos la situación que se dio en nuestro pueblo durante muchos años y décadas, nos daremos cuenta que el debate y el intercambio de opiniones fueron más profundos que en la actualidad. Por no mencionar más que algunos ejemplos, los que ahora me vienen a la cabeza, recordemos los debates que hubo hace muchos años en la revista "Jakin" entre Rikardo Arregi y Txillardegi: "Marxismoa modan dago", de Rikardo Arregi, y "Marxismoa modan egon zen", de Txillardegi; los que había en "Zeruko Argia" y en "Anaitasuna"… Sí, ya sé que han pasado muchos años y que las preocupaciones de la sociedad son muy diferentes, pero actualmente hay también situaciones que debieran provocar polémica; vemos, por el contrario, muy pocos debates en los medios de comunicación y no creo que, en general, la situación en la sociedad sea muy diferente. Por traer a colación otros tiempos que no son tan lejanos, me vienen a la mente las polémicas que tuvieron lugar en la sección "Ezbaika" del periódico "Egin" en la década de los 90; fueron unos tiempos muy duros y complicados y, a pesar de ello, se hablaba sobre la lucha armada, la situación de la izquierda abertzale, los presos, la objeción de conciencia y la insumisión, las diferentes visiones que existían sobre la insumisión... y seguramente podríamos continuar dando ejemplos. En "Euskaldunon Egunkaria" también hubo debates muy interesantes. Hoy, por el contrario, tenemos, en mi opinión, una realidad muy peculiar: han tenido lugar unos cambios muy importantes en la situación de Euskal Herria (el fin de la lucha armada de ETA, la desaparición de la organización armada y todo lo que esto ha supuesto para Euskal Herria, es más real que nunca la posibilidad de activar una lucha civil y pacífica y, a pesar de ello, no conseguimos ponerla en marcha...) pero, al menos en los medios de comunicación, se habla muy poco sobre esos temas que son tan importantes. Sí, ya sé que alguien me dirá que se habla mucho sobre el feminismo, el cambio climático, la violencia contra las mujeres... y es cierto. Puede ser la excepción a lo expuesto anteriormente y eso está muy bien pero, aunque esos temas son fundamentales y hablar sobre ellos es muy importante, son mucho más globales y se trabajan en todos los sitios, también en Euskal Herria, naturalmente. ¿Dónde están, por el contrario, los temas específicos de la triste realidad que vivimos como pueblo? Tenemos unos escritores y pensadores muy fructíferos, sobra decir que admiro a más de uno, pero, sin ánimo de criticar y si me es lícito preguntar, ¿dónde están en estos momentos? ¿No tienen, no tenemos todos algo que decir sobre la grave situación de nuestro pueblo? Provoquemos un pensamiento y un debate liberador, para conseguir la paz y la libertad de nuestro pueblo.

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