Imagen tomada en el mismo centro de la vacía avenida de Pío XII, una de las arterias de Iruñea. (Iñaki VIGOR)
El parque de Antoniutti, sin paseantes ni patinadores. (Iñaki VIGOR)
Irreconocible estampa de la avenida de Nafarroa Beherea. (Iñaki VIGOR)
La avenida de Zaragoza, totalmente vacía de coches. (Iñaki VIGOR)
Ni un solo vehículo circulando por la habitualmente ocupada avenida de Nafarroa. (Iñaki VIGOR)
Ni un alma en la calle del Carmen. (Iñaki VIGOR)
En la cuesta del Labrit solo aparece la polémica pasarela. (Iñaki VIGOR)
Navarrería sin gente en una mañana soleada de domingo. (Iñaki VIGOR)
La calle Curia no ofrece un aspecto muy diferente. (Iñaki VIGOR)
La Estafeta también presenta un ambiente frío. (Iñaki VIGOR)
Tan solo la estatua dedicada a Eneko Aritza aparece en la avenida de Nafarroa. (Iñaki VIGOR)
Un policía foral intercepta a un viandante para saber a dónde se dirige. (Iñaki VIGOR)
Sin tráfico cerca del Complejo Hospitalario de Nafarroa. (Iñaki VIGOR)
Bares cerrados y terrazas recogidas en Iturrama. (Iñaki VIGOR)
La plaza Consistorial, completamente vacía. (Iñaki VIGOR)
Parque infantil precintado en la plaza de la Cruz. (Iñaki VIGOR)
El acceso a la plaza de los Fueros, totalmente despejado. (Iñaki VIGOR)
Las terrazas de la plaza del Castillo, preparadas, pero completamente vacías. (Iñaki VIGOR)
Ni un traseúnte en la plaza Félix Huarte de Iturrama. (Iñaki VIGOR)
El confinamiento ha vaciado calles habitualmente atestadas de viandantes como la de Pozo Blanco. (Iñaki VIGOR)
Los columpios de la plaza de San Francisco, huérfanos de chavalería. (Iñaki VIGOR)
La cuesta de Santo Domingo sin gente accediendo a Alde Zaharra. (Iñaki VIGOR)
El tráfico brilla por su ausencia en la zona de Erletokieta y Azpilagaña. (Iñaki VIGOR)
Ni paseantes ni deportistas en la Vuelta del Castillo. (Iñaki VIGOR)
Dos semanas de confinamiento dejan una Iruñea de aspecto irreal
Avenidas siempre atestadas completamente vacías de coches, parques sin niños, calles sin viandantes, terrazas sin clientes... el coronavirus ha transformado la imagen habitual de ciudades como Iruñea, que presenta una estampa irreal como consecuencia del estado de alarma decretado hace dos semanas.
MAR. 30 2020
