Joseba ITURRIA
Joseba ITURRIA

Primera debilidad de Wiggins

El líder quedó descolgado ante el fuerte ritmo que puso Froome para distanciar a Cadel Evans y tuvo que frenar tras recibir la orden del equipo de esperarle. Haimar Zubeldia perdió tres minutos, pero sigue sexto al superar a Menchov y ser rebasado por Vandenbroeck.

Pierre Rolland, a su llegada a meta. (Pascal PAVANI/AFP PHOTO)
Pierre Rolland, a su llegada a meta. (Pascal PAVANI/AFP PHOTO)

Bradley Wiggins dio los primeros síntomas de debilidad en la etapa reina alpina con final en La Toussuire cuando el ritmo que puso Froome para responder a los ataques de Nibali y para distanciar a Evans descolgó al líder del Tour y desde el coche del Sky le mandaron parar.

Evans y Nibali atacaron al líder en las subidas de los dos últimos puertos y demostraron lo que ya se intuía, que Froome es el hombre más fuerte del Tour. Pero la novedad que aportó la última subida es que Wiggins, por lo menos ayer, es menos fuerte que el italiano en la alta montaña. Los Pirineos son más duros que los Alpes y lo visto ayer abre una puerta a la posibilidad de que Nibali pueda aprovecharse, como Cobo en la última Vuelta, de una jerarquía del Sky en la que se supedita al más fuerte para trabajar para el corredor al que eligieron para ser el primer inglés en ganar un Tour. No les vale que sea otro.

Resultó llamativa la conversación de Froome con su director tras esperar a Wiggins. Evans estaba por detrás y tenían la posibilidad de distanciarle, pero le ordenaron marcar un ritmo llevadero para su líder hasta que aceleró en los últimos metros para disputar el sprint a la revelación del Tour, el joven Thibaut Pinot, y sacar dos segundos a Nibali, Wiggins y Vandenbroeck.

Evans perdió 1.28 y dos plazas en la general a pesar de la ayuda de Van Garderen. La dureza de la etapa y la batalla que se libró en los últimos puertos sacó de la lucha por los primeros puestos a Menchov y Monfort, e hizo perder tres minutos a Haimar Zubeldia con los más fuertes.

El mismo puesto con menos renta

El de Usurbil mantuvo la sexta plaza de la general, ya que adelantó a Menchov y fue superado por Vandenbroeck, pero vio cómo se le acercaban otros corredores como Brajkovic, Van Garderen, Rolland y Pinot.

Esas fueron las conclusiones de una etapa reina de los Alpes en la que volvió a demostrarse que el Sky tiene un gran equipo. Boasson Hagen y Knees se bastaron para tener la escapada de la jornada siempre en un margen de tres minutos para que no se acercaran corredores como Scarponi o Rolland. Rogers entró en escena cuando atacó el BMC en la subida de la Cruz de Hierro y su trabajo fue suficiente para atrapar a Evans.

Ya en su ataque se vio la debilidad del ganador de la última edición, que no podía seguir la rueda de Van Garderen. El Sky respondió y al ritmo de Rogers se quedaron en el Glandon nueve corredores y cuatro eran suyos. Pero los verdaderos aprietos llegaron cuando atacó Nibali a doce kilómetros de meta y Porte no pudo responder.

Froome cogió el mando del pelotón y atrapó al italiano, que volvió a atacar a falta de diez y empezó a abrir distancias. El natural de Kenia tuvo un mal momento y Wiggins cogió el peso de la persecución hasta que se recuperó y fue en ese momento en el que se dieron todos los elementos más importantes de la jornada al quedarse Evans, acelerar Froome, llevarse a su rueda a Nibali y sufrir Wiggins.

Unos aspectos que permiten esperar con interés a los Pirineos aunque la etapa de hoy puede dar problemas al Sky porque hay dos Primeras de salida, el Grand Cucheron y el Granier, y cómo se metan muchos corredores y algunos importantes, los 228 kilómetros de la etapa son muchos para trabajar solo con cuatro corredores salvo que decidan empezar suave para no descolgar a Eisel y Cavendish.