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Donostia

Iñaki Errazkin llama al acuerdo entre partidos sobre un modelo de residuos sin incineración

El diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa, Iñaki Errazkin, se ha ratificado en las Juntas Generales en la política sobre residuos de su antecesor, Juan Carlos Alduntzin, y ha hecho una llamada a los partidos de la oposición para llegar a acuerdos y no crear bloques enfrentados.

Su primera intervención en la cámara foral ha sido respondida por las críticas del PNV, PSE y PP, que entienden que Errazkin no ha extraído consecuencias de la moción de censura que costó el cargo a Alduntzin el pasado mes de julio.

El portavoz del PP, José María Murguiondo, ha planteado incluso que si el gobierno de Bildu se mantiene «en sus trece» intentando «imponer sus tesis a toda costa» habría que «ir más allá y, en su caso, censurar al diputado general como responsable de esta situación».

Para el representante del PNV, Xabier Ezeizabarrena, el hecho que que Errazkin haya presentado hoy «una fotocopia» de los planes del anterior diputado obedece a una cuestión de «contumacia» que está generando «un problema político de entendimiento de las reglas del juego de primer orden», capitaneado por «la izquierda abertzale ortodoxa».

El diputado foral ha recalcado que es la oposición la que ha creado un problema político con la «excusa» de las basuras con el único fin de «desgastar» a Bildu y «eternizar este problema».

Errazkin ha recordado que la coalición independentista se comprometió durante la campaña a los comicios forales a paralizar la construcción de la incineradora y a trabajar por una política de tratamiento de basuras en la que primara el reciclaje.

«Me debo a ese programa que presentamos», ha destacado el titular de Medio Ambiente, quien ha abogado por el «respeto» a las «otras soberanías», las que opina que tienen los ayuntamientos en materia de gestión de residuos urbanos por encima de las competencias de la cámara foral.

Ha rechazado que no construir la incineradora vaya a conllevar costes económicos para los guipuzcoanos, sino que, por el contrario, evitará un gasto de 198 millones de euros porque el presupuesto del proyecto del reciclaje y compostaje que defiende Bildu es la mitad que el de la incineradora.

Los efectos será «totalmente positivos», según el diputado foral, que no ha evaluado el coste de los intereses que se pueden acabar pagando a los bancos por los préstamos hechos para poner en marcha la planta de quema de basuras, ni las indemnizaciones con las que satisfacer a la empresa adjudicataria del proyecto.