Bancos, comercios, supermercados, bares y restaurantes han cerrado sus puertas siguiendo la convocatoria de huelga general lanzada por los partidos de la oposición y la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), el principal sindicato del país.
El Gobierno ha declarado la jornada día de luto nacional y todos los diarios rinden este viernes homenaje al difunto líder del Partido de los Patriotas Demócratas Unificado y coordinador de la plataforma del Frente Popular.
La televisión estatal también ha cubierto ampliamente el sepelio de Bel Aid, cuyo cuerpo ha sido trasladado a la Casa de la Cultura del barrio en el que nació (Yebel Yulud).
Personalidades políticas, sindicales y de la cultura, así como miles de ciudadanos se han concentrado en los alrededores de la Casa de la Cultura, entre gritos de condena al asesinato y de peticiones para que dimita el Gobierno, a quien la oposición y la UGTT responsabilizan de la violencia política.
Está previsto que el féretro sea trasladado al cementerio El Yelez bajo custodia militar.
El ministro de Interior, Ali Laridi, llamó ayer a la calma y aseguró en la televisión pública que la Policía está en estado de alerta.
Los accesos al Parlamento, a la sede del Ministerio de Interior y los de algunas embajadas como la francesa han sido cerrados.
Asimismo, en la sede de la Asamblea Nacional Constituyente y en la sede de Interior se ha reforzado la alambrada de seguridad que los rodea.
En el centro de la ciudad se ha multiplicado la presencia de los cuerpos de seguridad, como ha constatado Efe, por temor a que vuelvan a producirse enfrentamientos con la Policía.
En la ciudad de Sfax, capital industrial del país, los enfrentamientos con la Policía se han prolongado durante parte de la noche y varios comercios han sido asaltados, según fuentes locales.