@Juanjo Basterra
Entrevista
Garbiñe Aranburu
Secretaria de negociación colectiva de LAB

«Depende de nuestra capacidad de lucha frenar a Confebask»

La sindicalista de LAB Garbiñe Aranburu critica la «avaricia» de la patronal y asegura que «la situación es complicada». Para ello, llama a los trabajadores a «seguir luchando. Capacidad tenemos y la hemos demostrado», porque se debe avanzar «hacia un nuevo modelo de relaciones laborales y sociales como país».

Garbiñe Aranburu. (Jon URBE / ARGAZKI PRESS)
Garbiñe Aranburu. (Jon URBE / ARGAZKI PRESS)

¿Qué es lo que ha fallado esta vez con la patronal para que haya fracasado el segundo intento serio de acuerdo?

Lo que ha fallado es lo que hemos dicho desde el inicio: la actitud de la patronal. Desde que ha tenido la reforma laboral en la mano, que prácticamente le da poder absoluto para poder hacer y deshacer las relaciones laborales a su antojo, no ha mostrado voluntad para llegar a ningún acuerdo.

¿Qué pasó en la reunión de apenas una hora en el CRL?

Fue una demostración de la prepotencia y chulería de la patronal. Ha sido una declaración de guerra ante el escenario que se nos abre a partir de hoy. Ha quedado demostrado que una pequeña élite económica es la que está mandando en este país por encima, incluso, del Gobierno vasco y la sociedad. El jueves se garantizó un encuentro con el lehendakari Urkullu, pero no ha sido suficiente para alcanzar un acuerdo.

¿Qué propuso LAB en este largo proceso?

Hemos rechazado la reforma laboral y hemos tomado diferentes iniciativas en favor del marco propio de negociación colectiva. Como prioridad, situamos la defensa de nuestros ámbitos de negociación, porque, en caso contrario, miles de trabajadores pueden quedar en el albur de las negociaciones del ámbito estatal. Para ello, el acuerdo interprofesional podría haber sido un instrumento válido, pero la patronal no quiso.

¿La propuesta del lehendakari Urkullu era el trabajo que realizó LAB?

En cuanto a la propuesta que Urkullu presentó a la patronal, gran parte de la misma es parte de la propuesta que realizamos por escrito tras las reuniones bilaterales con el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan Maria Aburto. Coge como base la nuestra. Un acuerdo interprofesional para mantener los convenios provinciales, que nos ha permitido tener las mejores condiciones laborales y salariales en nuestro país respecto al Estado español. Planteaba ampliar sine die la ultraactividad, porque ¿para qué vamos a salvar unos convenios si no van a ser negociados, o iban a ser bloqueados y se podían perder? La patronal no ha querido el acuerdo porque dice que no quiere ampliar la ultraactividad, pero en el fondo la no ultraactividad supone el no acuerdo.

Confebask dice que en el CRL llevó una propuesta. ¿Es cierto?

La patronal ha puesto una propuesta que es una maniobra de despiste, que no respondía a nuestras inquietudes. Un movimiento para intentar evitar que toda la responsabilidad de este fracaso caiga sobre ellos, una vez más.

¿Entran en un terreno muy difícil a partir de ahora?

Para nosotros, la negociación colectiva es un pilar fundamental del marco vasco de relaciones laborales. Hemos intentado llegar a un acuerdo hasta el último minuto, pero es cierto que íbamos a esa reunión con la posibilidad de que no saliera ningún acuerdo por la actitud de la patronal. Porque llevamos meses denunciando que quien impide el acuerdo es la patronal. Ya hemos preparado a nuestra gente de cara al 8 de julio. No termina nada. Cambia el escenario legal, es obvio y no se puede negar. Pero decimos que seguiremos defendiendo todos los ámbitos de negociación para que la mayoría de los trabajadores de este país tengan cubierto el derecho a la negociación colectiva.

¿En qué varía la estrategia de LAB en este escenario nuevo que se presenta con todo el poder en manos de los empresarios?

No va a cambiar nuestra estrategia. El nuevo escenario, a partir del lunes cuando decaen los convenios, no nos va a llevar a negociar solo en el ámbito de la empresa, porque seguiremos defendiendo que los trabajadores tienen que tener la mayor cobertura posible.

¿Es obligatorio aplicar la reforma laboral en todos sus extremos?

Conviene aclarar esto. La reforma laboral es un instrumento que la patronal tiene en sus manos, pero no tiene obligación de aplicarla. No es ilegal mantener las condiciones actuales. El cambio en sí va a generar una pelea. Lo que va a pasar es que va a aumentar muchísimo la conflictividad. Pero las trabajadoras y trabajadores han demostrado en estos meses que no están dispuestos a perder los convenios y los derechos conquistados, están dispuestos a pelear por su defensa. No vamos a renunciar a nada y una cosa es segura: la conflictividad aumentará ante esta nueva situación.

¿Qué van a hacer, en concreto?

LAB va a tomar nuevas iniciativas para preparar lo mejor posible esa respuesta ante la patronal. Lo que sí está claro es que, sí o sí, dependerá de nuestra capacidad de lucha y capacidad de respuesta que podamos frenar o no la aplicación de la reforma en este país.

¿La respuesta va a ser con UGT y CCOO también?

La propuesta la haremos a todos los sindicatos. Vamos a proponer un «Protocolo de Respuesta ante las Agresiones» que se va a producir en las empresas cuando nos vengan pretendiendo quitar derechos recogidos en los convenios, alegando que no está vigente. Vamos a articular la acción sindical que es la base principal para hacer frente a esta situación. Lógicamete también utilizaremos la vía judicial, porque hay dudas de la legalidad de estas medidas. Lo principal es la acción sindical y la capacidad de respuestas que podamos articular. Las primeras semanas van a ser determinantes.

¿Cree que la patronal con esta decisión ha causado un problema importante a la sociedad vasca?

Sí, porque está claro que esto no es un conflicto exclusivamente laboral, no es cuestión entre patronal y sindicatos. El modelo de negociación colectiva está ligado al modelo de relaciones sociales y, en definitiva, al modelo de país. En este sentido, la desregulación que se va a dar no es un problema solo de pérdida de derechos para los trabajadores sino que es un problema para la situación económica del país. Está demostrado que a más desregulación no mejora la economía y al único que va a beneficiar ese escenario es a esa pequeña elite económica que está dentro de Confebask y se están aprovechando de la situación. Juegan a la pequeña, no están dando una visión de país. No están tomando iniciativas para mejorar la posición de la economía vasca, sino todo lo contrario, atacan sus necesidades .

¿Nos quieren más pobres e indefensos?

Sí, por supuesto. Esa es la base de la reforma laboral.

¿Cree que la van a aplicar?

Sí. Son pretensiones de hace tiempo. Con la negociación colectiva intentan que se negocie en cada empresa, como una forma de dividir y debilitar a la clase trabajadora. Es una manera de quitarnos instrumentos de defensa colectiva para mejorar su posición. Desde el principio hemos reivindicado un marco propio de negociación colectiva al que no vamos a renunciar.

¿La patronal ha actuado en bloque o hay fisuras?

Dentro de la patronal vasca hay diferencias, pero la patronal es más. Sabemos que hay mucho malestar en cierta parte del empresariado porque no se está resolviendo la problemática que tienen en estos momentos en las empresas. La situación económica atasca la actividad, faltan pedidos y financiación, pero ninguno de estos problemas se van a resolver con la aplicación de la reforma laboral. Eso lo sabe la patronal, el Gobierno y todo el mundo. Aun así, parte de la patronal no sale de esa visión cortoplacista, no hace apuestas a largo plazo.

¿Por qué se mantienen en ese núcleo duro?

Creo que es cuestión de posición política. Sí que es verdad que la patronal ha vendido el oso antes de cazarlo en el sentido de que tenía un instrumento en las manos que le iba a permitir hacer lo que quiera, pero con el paso del tiempo les estamos demostrando que en este país existen otras realidades. Es claro que a la patronal vasca no le valen las mismas reformas que a la de Albacete, por decir una. Que existen otras realidades con otras capacidades de movilización y lucha, que no vamos a renunciar a esos derechos. En ese sentido, tiene un instrumento que no van a poder utilizar y aplicar hasta el extremo que querrían. Haberse cerrado al acuerdo es un error estratégico de incalculable gravedad.

Sin embargo, la patronal reclama más flexibilidad laboral.

Curioso que Adegi salga diciendo que ha habido 35 años de rigidez. Nos parece un cachondeo, un vacile. No sé como calificarlo. No es cierto que antes de la última reforma laboral el mercado fuera rígido, que la patronal no tenía margen ni flexibilidad. Ya sabíamos como se despedía y modificaban las condiciones laborales. La reforma, en ese sentido, ha sido un punto de inflexión, porque ha supuesto un desequilibrio total en favor de la patronal. Con todo lo que les ha dado la reforma parece que son una cuadrilla de avariciosos sin límite ni fin. Los gobiernos tienen que reflexionar si van a seguir dándoles todo lo que piden, ya que no tienen fin.

¿Cómo interpreta la «puñalada» que le dieron a Urkullu al rechazar su propuesta?

Ha quedado demostrado que una parte de la patronal manda por encima del Gobierno y del conjunto de la sociedad. Creo que es grave que ocurra así. Ya hemos dicho que no es un tema solo laboral, sino un conflicto político y social. Hemos puesto en marcha varias iniciativas de cara a las instituciones y el Gobierno para habilitar una salida. La iniciativa de Urkullu ha llegado tarde, pero no se puede quedar ahí. No es suficiente.