Iñigo Urkullu ha advertido de que la decisión de la Comisión Europea sobre las ayudas fiscales al sector naval «no contribuye a generar tranquilidad para la confianza en el futuro del sector», ya que a su juicio castiga «a una de las partes imprescindibles para construir barcos», en referencia a los inversores, quienes los han financiado.
En ese sentido, ha alertado de que la sanción de Bruselas puede generar desconfianza en los inversores a la hora de firmar futuros contratos para la construcción de barcos.
En una primera valoración de urgencia, el lehendakari ha dicho que espera que el Gobierno español y la Unión Europea atiendan «con mimo» a un sector que es «competitivo» y ha reclamado que la sanción se aplique de la forma «menos lesiva». Para ello, ha dicho, el Ejecutivo de Lakua trabajará con el Gobierno español para ver «cuál es la forma menos lesiva de aplicar la devolución».
Sobre las palabras del comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, quien ha deseado el mejor futuro al sector naval, ha indicado que «el futuro no se construye solo con buenos deseos sino con hechos» y ha dicho que espera que «los buenos deseos de Almunia vengan acompañados de medidas de apoyo concretas».