El alcalde de Iruñea, así como el resto de fuerzas políticas de la ciudad, realizaron ayer su valoración de los sanfermines y todas fueron muy positivas. Enrique Maya, sin embargo, destacó un punto negativo: los incidente en Curia durante la procesión, que llegó a describir como «auténticas agresiones, auténticos acosos y auténticos intentos de linchamiento». No obstante, al alcalde le sentó mal ser preguntado por la reacción de sus policías en esos momentos.

Preguntado por las imágenes en las que se ve al jefe de la Policía Municipal utilizar su bastón ceremonial en lo que parece ser una agresión a un presente, afirmó lo siguiente: «Yo llevaba un bastón y, en fin, cuando alguien te va a agredir, tienes que tener mucho temple para mantenerlo bajo. Yo no sé si alguien lo utilizó o no, es un bastón que si quiere le enseño. Verá que arma es esa. Bastante hicimos con soportar la presión que hubo ahí».

En concreto, las imágenes corresponden a un vídeo difundido por Ahotsa y NAIZ en el que se ve a Santamaría agarrando el bastón de forma horizontal y, con las dos manos, moverlo lateralmente para clavar dos veces la punta contra un joven. La actitud del mozo es de increpar, pero no parece suponer un peligro real para la Corporación, que le ha sobrepasado ya.

El alcalde aclaró que no está «justificando nada», pero su actitud fue la de excusar la actuación del jefe de la Policía Municipal, cuyo proceder solo merece loas a juicio del primer edil, que reiteró las alabanzas en numerosas ocasiones. «Yo no he visto ninguna imagen con ningún bastón ni sé de qué forma se utilizó un bastón. Una imagen te puede pillar con un movimiento de lo que llevas en la mano que parece que haces una cosa que no haces», dijo Maya.

Negación del «kubotán»

En la rueda de prensa de ayer también se preguntó por la imagen que publicó GARA en la que se ve a uno de los jefes de la Brigada de Escoltas esgrimiendo un arma no reglamentaria también durante la procesión. En este caso, respondió el nuevo concejal de Seguridad Ciudadana, Gabriel Viedma, que no llegó a desmentir la información, aunque sí intentó sembrar dudas. «Eso es lo más parecido a la empuñadura de la porra y que se usa para echar a la gente al exterior. Pero vamos, la empuñadura de la porra también se usa así y tiene esa forma. No sé si estamos hablando de eso o de qué, pero le repito que yo no lo he visto», fue su explicación literal.

En la nueva imagen que este medio difunde hoy, se aprecia que lo que esgrime este escolta no es la empuñadura de una porra, dado que en el extremo romo tiene una arandela para colgar las llaves, tal y como ocurre en un «kubotán». Este arma no es reglamentaria y su empleo en acto de servicio resulta ilegal.