GARA

Las reivindicaciones sociales en boca de los propios ganadores marcan la fiesta

La gala de los Óscar estuvo marcada por su tono social. Fueron los propios ganadores quienes dieron un paso al frente con reivindicaciones que pusieron la emoción y el nervio de los que adoleció la ceremonia. En la alfombra roja las actrices y directoras reivindicaron su derecho a ser preguntadas por algo más que por su vestido.

«Birdman», de Alejandro González Iñárritu, ha cosechado cuatro galardones -película, director, guion original y fotografía-, los mismos que «The Grand Budapest Hotel» (Wes Anderson), aunque en su caso han sido premios técnicos -vestuario, maquillaje, banda sonora original y diseño de producción-.

Uno menos ha conseguido «Whiplash» (Damien Chazelle): mejor actor secundario -JK Simmons-, edición y mezcla de sonido. «Boyhood» se fue a casa con un solo Óscar, el de mejor actriz secundaria, Patricia Arquete, un triunfo más que previsible como lo era el de Julianne Moore como mejor actriz por «Still Alice» y, aunque algo menos, el de Eddie Redmayne por «The Theory of Everything».

«Ida» se llevó el galardón de mejor película en lengua extranjera y «Citizenfour», sobre Edward Snowden, ganó en la categoría de mejor documental.

González Iñárritu dedicó su premio a sus compatriotas mexicanos, a un lado y otro de la fontera estadounidense. «A los que viven en México, rezo por que podamos construir un gobierno que esté a la altura», dijo. «Y a quienes vienen aquí (a EE.UU.), ojalá sean tratados con la misma dignidad y respeto que aquellos que construyeron esta increíble nación de inmigrantes», apostilló el realizador.

Sean Penn fue el encargado de entregar el galardón a Iñárritu con un ¿«quién le dio a este cabrón la tarjeta de residencia (green card)?».

El patio de butacas en pie

Sin embargo, la primera persona en poner en pie de guerra figurado al patio de butacas fue Patricia Arquette con un discurso por la igualdad de derechos para la mujer. «A todas las mujeres que han dado a luz, pagan sus impuestos y son ciudadanas de esta nación, hemos luchado por los derechos de todos los demás», afirmó. «Es el momento de tener el mismo salario (que los hombres) y los mismos derechos para las mujeres en Estados Unidos», añadió de forma apasionada la actriz. Sus palabras fueron acogidas con una gran ovación, en especial de compañeras de profesión como Meryl Streep, cuyos apasionados gestos encontraron rápido eco en las redes sociales.

Lágrimas provocaron las palabras, tan medidas como cautivadoras, del rapero Common tras hacerse con el premio a la mejor canción por «Glory», del filme «Selma», sobre la vida del activista Martin Luther King.

Common hizo alusión al puente de la localidad de Selma que King recorrió durante su célebre marcha contra la discriminación racial y al que recientemente acudió para actuar en compañía de John Legend. «Ese puente fue un símbolo de una nación dividida, pero ahora es el símbolo del cambio. El espíritu de este puente trasciende la raza, el género, la religión, la orientación sexual y el estatus social», exclamó el artista. «Este puente se construyó sobre esperanza, se soldó con compasión y se elevó con el amor de todos los seres humanos», subrayó.

El momento más emotivo llegó con el Óscar de Graham Moore, reconocido homosexual, por el guion adaptado de «The Imitation Game». «Traté de suicidarme con 16 años y ahora estoy aquí», dijo a medio camino entre la emoción y el sollozo. «Quiero aprovechar este momento para dirigirme a ese niño ahí afuera que siente que no encaja en ninguna parte. Sí encajas. Sigue siendo raro. Sigue siendo diferente, y entonces, cuando sea tu turno y estés en mi lugar, pasa el mensaje», señaló.

Además, Eddie Redmayne y Julianne Moore dedicaron sus estatuillas a los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica y de Alzheimer, respectivamente.

Esos fueron los grandes momentos de una velada donde destacó la actuación de Lady Gaga, que rindió homenaje a «The Sound of Music» en su 50º aniversario con la presencia incluida de Julie Andrews, y del propio Harris al comienzo de la gala con «Moving Pictures», un número musical de lo más atractivo visualmente donde contó con la colaboración de Anna Kendrick y Jack Black. Neil Patrick Harris no dispuso de mucho tiempo para brillar como maestro de ceremonias y, tras un par de comentarios certeros sobre la falta de pluralidad entre los nominados, brilló con una imitación de «Birdman«, con la que recorrió en calzoncillos los pasillos del Teatro Dolby.

También de reivindación estuvo llena la alfombra, la de #askhermore, una campaña que pide el derecho de las actrices y directoras a ser preguntadas por algo más que por sus vestidos.

Esto fue lo que dio de sí la fiesta, en una noche en la que la alfombra roja se vistió con colores tradicionales como el blanco y el negro, predominantes en el vestuario de los asistentes, salpicado por algún apunte de rojo, y sin olvidar la dosis de color lavanda que puso Jared Letto con su esmoquin.