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Madrid

Mariano Rajoy: «No hay razón para cambiar la dispersión»

El presidente español, Mariano Rajoy, ha rechazado modificar la política de dispersión de los presos políticos vascos y ha llegado a argumentar que se busca beneficiar a los represaliados que «quieren apartarse de ETA» ante las demandas de Aitor Esteban (PNV). Apenas ha dedicado dos frases a las reclamaciones del jelkide sobre resolución.

Mariano Rajoy, durante su discurso de ayer. (Pierre-Philippe MARCOU/AFP)
Mariano Rajoy, durante su discurso de ayer. (Pierre-Philippe MARCOU/AFP)

«No hay razón para cambiar la dispersión. La política penitenciaria vamos a seguir aplicándola hasta la desaparición de ETA». El presidente español, Mariano Rajoy, no ha dado sorpresas durante su intervención de respuesta al discurso de Aitor Esteban (PNV). Este, que ha intentado ubicar a los jelkides en la centralidad entre ETA y el Gobierno español, ha instado al jefe del Ejecutivo a investigar las torturas como solicitó el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), a modificar la política penitenciaria y a dar pasos para la resolución. «La paz no es solo la ausencia de violencia y la conviencia es más que la paz», le ha afeado.

En la misma línea, ha considerado que Rajoy «ha perdido toda la legislatura sin abordar esta tarea» y ha argumentado que el presidente español «es rehén (de sus sectores más a la derecha) tanto como lo es el entorno político social de ETA». Ante el inmovilismo de Madrid, el portavoz jelkide ha sentenciado: «Queremos desarme de ETA, reconocimiento del dolor causado, otra política penitenciaria, el fin del régimen excepcional legislativo. Pedimos movimientos a unos y a otros». Nada que hacer con Rajoy, que tras un largo discurso económico ha ventilado el asunto en apenas dos líneas. 

Si algo ha quedado en evidencia durante el cara a cara entre Esteban y Rajoy es la imposibilidad de llegar a acuerdos entre Lakua y Madrid. Y no es por falta de voluntad de los primeros, como ha indicado el jelkide, que ha denunciado que «no ha habido diálogo» y que el jefe del Ejecutivo español ni siquiera se ha molestado en responder a las propuestas del lehendakari Iñigo Urkullu. Ha insistido en que el Estatuto de Gernika lleva sin cumplirse 36 años, con asuntos pendientes como el traspaso de prisiones y ha afeado a Rajoy que esta ha sido la legislatura de los «recortes», la «recentralización» y la «racanería», en referencia a la falta de diálogo entre las instituciones y al rodillo del PP.

Sobre resolución en Euskal Herria, más de lo mismo. Esteban ha instado al inquilino de Moncloa a investigar las torturas y poner medidas para evitar los malos tratos. Además, ha censurado la «burda» transposición de la Directiva Europea que permite acumular las condenas cumplidas en otros estados pero que el PP modificó en el Senado para evitar que presos vascos fueran excarcelados. En este sentido, el jelkide ha recordado que tres magistrados de la Audiencia Nacional española criticaron las injerencias del Ejecutivo e incluso 13 de los 18 jueces del Tribunal Supremo pidieron amparo al CGPJ. Sobre este asunto, Esteban ha vaticinado que su conclusión será la misma que la que tuvo la denominada «doctrina Parot»: un varapalo de Europa y la obligación de echar para atrás. «Vaya, vaya con el respeto a la independencia judicial», ha ironizado. Ninguna de estas consideraciones ha motivado una sola palabra de respuesta de Rajoy, que ha eludido los puntos relacionados con el conflicto vasco salvo la referencia a la política carcelaria.

El portavoz del PNV también ha censurado la corrupción que asola el Estado español. Sin embargo, si bien le parece bien que se investigue en Madrid no considera lo mismo sobre los escándalos en Euskal Herria. Solo así se entiende que haya criticado a Rajoy por ir «de la mano de Bildu» para crear una comisión de investigación en Gipuzkoa sobre el caso de Bidegi. El presidente español no ha entrado a este asunto concreto pero sí ha considerado que ahora, en ámbito de corrupcion, «la fiscalía y la policía actúan libremente».