Gotzon ARANBURU
BERMEO

La flota vasca descarga 635.500 kilos de bonito en los primeros diez días de campaña

El preciado atún blanco (bonito), empieza a entrar en los puertos vascos. Las primeras partidas se descargaron la semana pasada en Bermeo, Ondarroa, Hondarribia y Getaria, cuatro puertos de larga trayectoria histórica en esta modalidad de pesca. Esta mañana la descarga en el puerto vizcaino ha tenido un carácter cuasi institucional, por la presencia en el muelle de la consejera del Gobierno de Lakua, Arantxa Tapia, cuando el día apenas comenzaba a clarear y bajo una pertinaz llovizna. Tanto la descarga como la posterior subasta en lonja constituyen un espectáculo digno de verse in situ.

El mérito de haber depositado en puerto los primeros ejemplares de atún blanco de la temporada corresponde al Beti Begoñako Ama de Bermeo, que el pasado viernes descargó 12.000 kilos, fruto de tres semanas de duro trabajo en alta mar. Y es que tuvieron que alejarse cerca de 800 millas (unos 1.500 kilómetros) del litoral vasco, hasta localizar los bancos de bonito en las proximidades de las islas Azores. Sin embargo, el atún blanco está acercándose poco a poco a la costa vasca, lo que lógicamente facilita el trabajo de los pescadores. Con todo, mientras presenciamos medio a oscuras las labores de descarga, se viene a la cabeza aquella frase que hiciera popular el pintor Joaquín Sorolla al titular un cuadro suyo: «Y aún dirán que el pescado es caro».

Afortunadamente, el mar se está mostrando generoso en estos primeros compases de la temporada. Los últimos años han sido pocas las capturas en el Golfo de Bizkaia, pero a medida que los buques se adentran en el Atlántico los bancos de bonito son más frecuentes y las bodegas se llenan a buen ritmo.

En el caso de Getaria, el Beti Aingeru, el Berriz Irigoien, el Irigoien B y el Santa Luzia descargaron la semana pasada 80.000 kilos de bonito. En total, ya son 632.500 kilos los capturados por los barcos vascos en estos primeros diez días de campaña, con un precio medio en lonja de 3,96 euros, algo superior por tanto al de la temporada pasada. Los barcos que han atracado esta mañana en Bermeo  –Almikeko Ama, Urdaibai Bat y Estela del Carmen– han sumado un total de 16.868 kilos. Frescas y con un color casi metálico, las piezas van pasando de las bodegas de los barcos –donde se han guardado en bolsas de plástico individuales– a la lonja de Bermeo, donde rápidamente comienza la puja del atún blanco. Solo las mejores piezas han merecido la etiqueta de Eusko Label.

El sistema utilizado para pujar es el llamado «a la baja», pues el conductor de la subasta ha comenzado por establecer un precio inicial –entre cuatro y cinco euros hoy– para irlo rebajando posteriormente, hasta que el primer interesado pulsa el botón de compra. Como es habitual, a mayor tamaño de las piezas ofrecidas, más alto el precio. La cantidad a pagar por el pescado pequeño puede ser tres o cuatro veces menor que la abonada por el grande, esto es, el que supera los siete kilos por unidad.

Reforzar el distintivo Eusko Label

La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, acompañada por el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz, y el director de Pesca del Gobierno de Lakua, Leandro Azkue, han acudido a Bermeo como muestra de apoyo al sector pesquero vasco y ha destacado que «al esfuerzo que supone esta costera artesanal hay que añadir, el aumento de la oferta proveniente de otros países».

Ha recordado que los arrantzales vascos están denunciando reiteradamente que está entrando «mucho pescado de fuera» y en ocasiones «se está vendiendo como si fuera de aquí a precios bajos y repercutiendo de manera negativa al sector pesquero de Euskadi», por lo que, «ante esta situación y con el objeto de defender la labor de los arrantzales, se ve necesario que el bonito salga al mercado de manera diferenciada».

Ha explicado que van a reforzar la línea mantenida en los últimos años identificando con el distintivo Eusko Label el mayor número de piezas posibles para que de este modo los consumidores que acudan a las pescaderías podrán saber «con total certeza» que el bonito que están comprando está pescado por los arrantzales, «que es de Euskadi y de calidad».