Igor Arroyo y Marije Fullaondo, en representación del grupo que dinamiza el proceso Abian de debate interno en la izquierda abertzale, ha dado a conocer hoy el documento que será sometido a debate durante el próximo mes y medio. Un texto de 45 páginas en el que destacan la apuesta por promover un «proceso popular independentista» desde la convicción de que la unilateralidad es imprescindible dado que los estados no tienen una oferta para este país. Se aboga por que sea «amplio, fuerte y plural», por lo que entre otras novedades se lanza la idea de una «dirección colectiva» que lo lidere, más allá de la izquierda abertzale o del «frente amplio» en que se plantea convertir a EH Bildu y EH Bai.

El documento hace una intensa autocrítica de la falta de desarrollo de muchos aspectos de ‘Zutik Euskal Herria’, y a partir de ahí propone cambios en la estrategia política y también en el modelo organizativo. Este documento viene a poner paraguas al debate, y a su conclusión, con la línea que se apruebe mayoritariamente, será el turno de tomar las decisiones correspondientes en cada una de las organizaciones implicadas (Sortu, donde habrá un congreso, LAB, Ernai...)

El texto que se ha presentado hoy es el resultado de una fase de «escucha» en la que han participado 9.000 personas. Ahora se entra en la fase decisoria, que tendrá tres botes en las diferentes asambleas locales (sin un cónclave general).

En una primera se debatirá y votará la tesis general citada (el proceso popular independentista, en términos muy resumidos); será los días 27 de febrero al 5 de marzo. En la segunda estación, del 12 al 19 de marzo, se analizará y decidirá también sobre el proyecto político o el funcionamiento de la izquierda abertzale, entre otras cosas. Además, habrá ocasión aquí de plantear aportaciones o bien alternativas. En el caso de que se propongan estas últimas y venzan en el 5% de las asambleas o bien esas asambleas supongan el 5% de la participación total, serán sometidas a votación ya en todo el conjunto, confrontándolas con el planteamiento oficial, en una tercera cita. Tras ello ya solo quedará refundir las conclusiones y darlas a conocer.

Cada participante tendrá un voto y los presos y exiliados también podrán trasladar su opinión a través del voto delegado. El ejercicio ha sido definido por Arroyo y Fullaondo como «transparente, democrático y participativo».