La guardia fronteriza macedonia ha reprimido con gases lacrimógenos y balas de goma el intento de más de un centenar de migrantes de cruzar por la fuerza la frontera desde el campamento de Idomeni en Grecia, según informan los medios helenos.

Según la versión de las agencias de información, los incidentes arrancaron a partir de un rumor que surgió tras ser distribuido un folleto manuscrito escrito en árabe, en el que invitaba a los refugiados a reunirse ante la valla porque la frontera se iba a abrir.

En un principio, organismos y periodistas han denunciado en redes sociales la utilización de gas lacrimógeno y después han difundido imágenes con balas de goma lanzadas por la policía de Macedonia.

Unas 300 personas han tenido que ser atendidas por problemas respiratorios o heridas varias tras las cargas policiales.

Según informaciones de Médicos sin Fronteras, unas 200 personas han sufrido intoxicaciones por gases lacrimógenos, alrededor de 30 fueron atendidas por impactos de balas de goma y unas 20 por heridas varias.

De este total, solo siete personas han tenido que ser trasladadas al hospital de la localidad de Kilkis, cercana a Idomeni, y cuatro ya han podido regresar al campamento, mientras que las tres restantes no presentan un cuadro grave.

Centros de acogida

El Gobierno heleno ha reforzado su campaña de información, tanto en Idomeni, que esta mañana albergaba a 11.219 personas, como en el puerto ateniense del Pireo, donde había 4.500, para convencer a los refugiados que se les traslade a centros de acogida organizados.

Pese a que en un nuevo folleto se explica que en estos centros los migrantes y refugiados podrán presentar sus solicitudes de asilo o de reubicación a otros países, algo que es una tarea ardua si no se está en algunas de esas instalaciones, hasta el momento son muy pocos los que han accedido a trasladarse.

Este nuevo folleto, lanzado por el ministerio de Marina Mercante en árabe, farsi, griego e inglés, empezó a distribuirse hoy en el puerto del Pireo.

El ministerio pide a los refugiados respetar las leyes del país que les «ofrece alojamiento y hace todo lo posible para ayudarles», y cooperar con los guardacostas pues «en unos días el puerto será evacuado».

El Gobierno quiere ver vacío el puerto antes de que comience la actividad turística de la Pascua ortodoxa.