La iniciativa ha sido defendida por Sergio Sayas, UPN, quien ha pedido al Gobierno que asuma su responsabilidad puesto que es la tercera vez que tienen la oportunidad de votar en contra de esa ley la vuelve a respaldar porque, en su opinión, está empecinado en «reducir a cenizas» a la Policía Foral puesto que «todo lo que han hecho ha ido con el objetivo único de destruirla».

En un discurso en el que ha criticado la «altivez de la presidenta» y la «prepotencia del Gobierno», ha insistido en que es la segunda vez que tratan de «buscar una salida» a una ley que «no funciona, que es un desastre y hace inoperativa a la Policía Foral».

Su iniciativa, ha dicho, busca «quitar la ley de 2015 que tanto desastre ha causado» y dejar en vigor la de 2007, como «forma de desatascar la situación», mientras se sientan a trabajar para consensuar el modelo policial que se quiere. «Si se quiere una ley perdurable en el tiempo, útil y realista decimos que sí», pero, ha agregado, que no se cuente con ellos para «volver a hacer una chapuza como la del 2015».

«Seríamos apocalípticos, pero nuestras previsiones se cumplieron» ha declarado, en el turno a favor, Ana Beltrán, PPN, quien ha reprochado al Gobierno que en lugar de reconocer el error ha tomado una actitud de niños, «me pico, me incomodo y no respiro».

Beltrán, quien ha sostenido que estamos ante el «Gobierno de los recortes y la privatización», ha comentado que a veces hay que dar un paso atrás para coger impulso e ir a mejor, ya que funcionar con «una ley nefasta es inviable y cuanto más se tarde en hacer una mejor, peores serán las consecuencias».

En el turno en contra, Patxi Leuza, Geroa Bai, tras señalar que esperan poder sacar adelante una nueva ley que mejore la situación del cuerpo, ha insistido en que «no se puede volver a la ley de 2007», ya que con la ley de 2015 se ha avanzado en cuestiones que no generan ningún problema, aunque haya otras que hay que modificar.

«La derogación no es el camino» ha dicho a UPN al que ha acusado de «agitar el avispero» con una «iniciativa legislativa trampa».

Por EH Bildu, Adolfo Araiz, quien ha señalado que esta propuesta «no ha conseguido suscitar ni el interés de la representación sindical de la Policía Foral», en alusión al hecho de que nadie del cuerpo ha asistido al debate, ha reconocido que se equivocaron en algunos aspectos de la ley, pero «no se puede hacer tabla rasa».

«Si volviéramos a la ley de 2007, habría caos jurídico», según Araiz, quien ha aludido al hecho de que una mayoría de policías forales se han pronunciado en una consulta sobre una propuesta, un resultado que están tratando de ver cómo lo vehiculizan para llevarlo al Parlamento. Ha comentado además que próximamente se debatirá en la Cámara el Plan Director de la Policía Foral.

El parlamentario de Podemos Rubén Velasco ha asegurado que por ellos «no va a quedar trabajar por una nueva ley».

Por el PSN, Inmaculada Jurío ha dicho que «más allá de que jurídicamente lo presentado no les parece razonable», políticamente lo consideran como «una aberración», ya que UPN propone volver a «una regulación que es el origen de todo el malestar de la Policía Foral». «No se puede retroceder, hay que mirar hacia adelante», ha agregado.

«No nos queda nada claro que hayan presentado esto para desatascar la situación creada con la Policía Foral», según Jurío, quien ha dicho que la sensación es que «a río revuelto, ganancia de pescadores». Al cuatripartito le ha reprochado que se haya centrado en criticar a UPN, sin ninguna autocrítica por todo lo sucedido el pasado año con la Policía Foral.

El portavoz de I-E, José Miguel Nuin, quien ha respondido a UPN que «presentando dos veces esta iniciativa no van a conseguir eliminar su responsabilidad en el futuro de la Policía Foral», ha considerado «absurdo» que se plantee derogar esta ley como condición innegociable para sentarse a negociar.

Ha asegurado que I-E no pone condiciones previas para sentarse en una ponencia para trabajar sobre el futuro de la Policía Foral.