El grupo catalán ha rechazado, en un comunicado, las críticas del comité de empresa de la antigua Fagor Electrodomésticos, que el pasado viernes aseguró que quedan diez personas trabajando «para otras sociedades del grupo CNA», a la que acusó de intentar evitar que se pueda poner en marcha «un nuevo proyecto industrial». Una sensación en la que coincide el Gobierno de Lakua, que ve a Edesa en «el peor de los escenarios previstos».

CNA, que adquirió Edesa en el concurso de acreedores de Fagor Electrodomésticos, ha insistido en que su objetivo es dar «continuidad al negocio», aunque ha explicado que «hasta el momento no ha recibido por parte de los trabajadores, cooperativas o instituciones, ni de ningún inversor, ningún plan o propuesta relacionada con el mantenimiento de la actividad y preservación del empleo».

La compañía se ha comprometido a «apoyar las iniciativas serias que cuenten con el respaldo financiero suficiente» y se ha mostrado «dispuesta a colaborar en todo lo necesario», ya que su deseo «es contribuir en la continuidad del proyecto».

La dirección de Edesa ha manifestado que sigue trabajando en el «actual marco concursal», por lo que «en breve» comenzará el periodo de consultas del ERE de extinción para toda la plantilla presentado por la compañía y que afecta a 150 empleados. CNA ha añadido que en las «próximas semanas» presentará una propuesta de convenio para los acreedores.