Nagore BELASTEGI
DONOSTIA

Habrá paros en Euskal Herria en la huelga de las mujeres

El movimiento feminista de Euskal Herria llama a las mujeres a realizar paros el 8 de marzo en adhesión a la protesta de eco mundial.

El movimiento feminista de Euskal Herria mostró ayer su adhesión a la huelga mundial de las mujeres prevista para el próximo 8 de marzo. El año pasado ya se realizó esta convocatoria global y mujeres de más de 70 países se unieron a ella. Euskal Herria decidió apoyarla con movilizaciones, pero este año el feminismo ha dado un paso más y ha convocado una jornada de paros en todos los ámbitos, que terminó de confirmarse ayer.

Bajo el lema “Nosotras paramos”, piden a las mujeres –tomando la palabra mujeres en su más amplio sentido y en toda su diversidad– a parar el 8M, Día Internacional de las Mujeres, de 11.00 a 15.00 y de 18.00 a 22.00. A su vez, las animan a acudir a las movilizaciones que se organizarán localmente y que serán anunciadas durante las próximas semanas.

Del mismo modo, instan a las mujeres a ponerse un brazalete morado ese día, así como a colgar los delantales en las ventanas y balcones en señal de protesta por la desigualdad.

Como la huelga será en todos los ámbitos, el objetivo de la reivindicación es conseguir un día sin mujeres, y por eso, durante las horas establecidas, las huelguistas no deberán trabajar, ni estudiar, ni cuidar, ni realizar tareas reproductivas, ni tampoco consumir, «especialmente en grandes empresas y superficies que simbolizan la explotación laboral y de recursos», manifestaron las portavoces del movimiento feminista de Euskal Herria en una nutrida rueda de prensa realizada en Tabakalera de Donostia.

Movilización con propuestas

Aunque la huelga tomará un aspecto de reivindicación laboral, no se ciñe solo a eso. Tal y como indicaron, «nuestras reivindicaciones van más allá del empleo, porque queremos replantear el propio concepto de trabajo, y apostar por un paro de cuidados y de consumo que cuestione el actual modelo neoliberal depredador, racista y colonial». La del 8M no será una huelga únicamente defensiva, pues saldrán a la calle «con propuestas políticas para cambiarlo todo».

Los paros los convocan desde la diversidad,«la de nuestros cuerpos, nuestras vivencias, nuestra forma de expresarnos y nuestra forma de estar en el mundo, porque sabemos que estamos atravesadas por desigualdades y precariedades que nos sitúan en lugares muy diversos frente al patriarcado, el trabajo asalariado, los cuidados, el consumo, y el ejercicio de nuestros derechos».

Entre los múltiples objetivos de la protesta se encuentran el de replantear el modelo social y económico, pues «no estamos dispuestas a seguir participando de un sistema que explota la naturaleza y a las mujeres, que nos empobrece y nos despoja de recursos con los que desarrollar nuestra vida y nuestra autonomía». En ese sentido aportaron datos como que las mujeres cobran 7.489 euros menos que los hombres al año al «no valorar por igual los empleos de las mujeres», y que el sistema «reproduce la precariedad de los trabajos feminizados e invisibiliza los trabajos de cuidado».

También luchan contra las políticas de migración y los recortes en políticas sociales que afectan más a las mujeres y apuestan por una economía feminista «que ponga en el centro la vida de las personas y de la tierra, en lugar de los mercados».

Las feministas apuestan por una vida «libre de todo tipo de violencias» y exigen que «se reconozca nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y nuestro territorio».

Los sindicatos LAB, ELA, Steilas, ESK Hiru y EHNE se han adherido a esta huelga y, con intención de fomentarla, registrarán los paros –que se llevarán a cabo el 8 de marzo– la próxima semana, el martes a las 11.00 en Bilbo y el miércoles a la misma hora en Iruñea.

CCOO y UGT, por su parte, respaldan la huelga a nivel estatal pues consideran que es necesario «desarrollar iniciativas como una Ley de Igualdad salarial que termine con la diferencia entre los salarios de hombre y mujeres por el mismo trabajo».