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Zamudio

Trabajadores de Siemens Gamesa en Miranda se concentran en Zamudio contra el cierre

Trabajadores de la factoría de Siemens Gamesa en Miranda de Ebro (Burgos) se han concentrado este jueves en la sede de la empresa en la localidad vizcaina de Zamudio, donde han mostrado su rechazo al anunciado cierre de la planta y han defendido su viabilidad.

Concentración ante la sede de Siemens Gamesa en Zamudio. (ARGAZKI PRESS)
Concentración ante la sede de Siemens Gamesa en Zamudio. (ARGAZKI PRESS)

Este jueves estaban convocadas por parte de CCOO, UGT y ELA movilizaciones en los centros de Siemens Gamesa para mostrar el rechazo al cierre de la planta de Miranda, donde se ha ofrecido a sus 134 trabajadores un plan de recolocaciones.

En la concentración que se ha realizado en Zamudio (Bizkaia) han participado alrededor de 200 trabajadores, de los que aproximadamente 80 trabajan en la citada planta.

Según han explicado, con esta concentración quieren manifestar su «malestar y cabreo» por la decisión del grupo de cerrar esta planta, que, a su juicio, tiene viabilidad. Por ello, han pedido a la dirección de la empresa que reconvierta esta fábrica y que se mantenga el empleo. Sus trabajadores han señalado que hay capacidad para «reinventarse» y la planta podría hacer cualquier otro producto del grupo.

Por su parte, el sindicato LAB ha denunciado la destrucción de empleo en Gamesa y ha mostrado su solidaridad con los trabajadores de la planta de Miranda participando en la concentración. Además, esta central sindical se ha concentrado en otras plantas vascas con un mensaje «claro y contundente. En Gamesa no sobra nadie, ni en Miranda de Ebro ni en ninguna otra planta».

«La manera más eficaz de ayudar a los compañeros de Miranda es no aprobar EREs a la dirección de Gamesa», ha manifestado. Asimismo, ha rechazado el plan estratégico presentado este jueves por la empresa y que se resume en «ahorrar dinero a base de despedir a 6.000 trabajadores para repartirse sus accionistas en dividendos. El plan estratégico es la cara más salvaje del neoliberalismo».