Según la compañía, el buen comportamiento del negocio de redes, gracias a Estados Unidos y a Brasil, y de la generación contratada en México se vieron superados por el efecto negativo «debido a la escasa producción hidroeléctrica en España por efecto de la sequía, así como a los menores márgenes y mayores gastos por obligaciones gubernamentales en Reino Unido».
En conjunto, la producción neta de Iberdrola descendió el 3,4%, con caídas del 17,3% en el Estado español y del 11,7% en Gran Bretaña, e incrementos en Estados Unidos (1,2%), México (11,4%) y Brasil (35,5%).
La reforma fiscal en Estados Unidos, anunciada en diciembre, supuso un impacto neto positivo de 1.284 millones de euros, «destinado casi en su totalidad a provisiones y ajustes de valor de ciertos activos, lo que ha reforzado el perfil de negocio de la empresa».
En un comunicado, la compañía ha apuntado que estos resultados permiten proponer a la Junta General de Accionistas, convocada para el próximo 13 de abril, una remuneración anual con cargo a 2017 de 0,32 euros brutos por acción, lo que implica un aumento del 3,2% respecto a 2016.