Ambas proposiciones, presentadas por PSN y UPN, respectivamente, han contado con el apoyo de UPN, PSN, PPN e IE, el rechazo de Geroa Bai y EH Bildu, y la abstención de Podemos.

La proposición socialista plantea la modificación la Ley contra la violencia hacia las mujeres para incorporar en ella de manera explícita la prostitución como manifestación de violencia de género.

Según ha explicado la parlamentaria del PSN Nuria Medina, «una de las manifestaciones más crueles y a la vez más invisibles de la violencia de género» es la prostitución.

«Es el poder del hombre frente a la mujer sumisa y violentada», ha denunciado, tras advertir que «la igualdad de género será imposible mientras los hombres compren, vendan y exploten a mujeres y niñas».

Medina, que ha asegurado que entre 700 y 800 mujeres son prostituidas en Nafarroa y más de 2.000 personas demandan sus servicios, el 99% de ellos hombres, ha apostado por «poner el foco en los prostituidores» y «deslegitimarlos social y públicamente» ya que «sin demanda, la oferta desaparece».

En este sentido, ha abogado por «regular por ley la prohibición de financiar ningún medio de comunicación que contenga anuncios de prostitución», en línea con la iniciativa de UPN defendida por Ana San Martín, quien ha comentado que su partido quiere «vetar que las administraciones y empresas públicas subvencionen o inserten publicidad institucional en medios de comunicación que incluyan anuncios de prostitución».

Tras advertir de que «es un dinero sucio que viene de mafias que explotan a mujeres y niñas», la regionalista ha pedido «que ni un solo euro» del sector público «se destine a subvencionar a ningún medio de comunicación que obtenga beneficio económico de estas mafias», «que no se mezcle el dinero de las administraciones públicas con el dinero de las mafias».

La portavoz del PP, Ana Beltrán, que ha criticado que las propuestas no hayan sido aprobadas por unanimidad, ha reivindicado que los anuncios de prostitución son «vejaciones y humillaciones» y sostenido que «la mayoría de las mujeres que aparecen en los anuncios no ejercen la prostitución de forma voluntaria, sino por haberse visto forzadas por las circunstancias o por otras personas».

Marisa de Simón, de Izquierda-Ezkerra, ha considerado que esta modificación «no es suficiente pero sí necesaria», ya que la prostitución es una manifestación «extrema» de violencia de género que «degrada el cuerpo o imagen de la mujer».

Y ha denunciado que este tipo de anuncios «asumen de alguna manera la explotación sexual» porque «no distinguen entre la prostitución libre, que es minoritaria, y la trata» cuando «las mujeres no somos un objeto de compra venta».

Por el contrario, la parlamentaria de Geroa Bai Virginia Alemán ha señalado que «la prostitución no es una actividad ilegal y por tanto su publicidad está permitida, otra cuestión es que alrededor de ella concurran actividades tipificadas como delito en el código penal».

En nombre de EH Bildu, Bakartxo Ruiz ha denunciado la «irresponsabilidad» de «meter en el mismo saco» la prostitución, «alegal», y los "delitos" de trata o la explotación sexual, ya que «son realidades muy diferentes», al tiempo que ha advertido que las proposiciones aprobadas no van a lograr erradicar la prostitución.

Tere Sáez, de Podemos, ha indicado que la abstención de su partido responde a que existe un debate interno sobre este asunto aun sin resolver.