En declaraciones a los periodistas a su llegada a la sesión plenaria que celebra el Parlamento navarro, el portavoz de UPN, Javier Esparza ha mostrado su apoyo a un acto que «no es contra nada», sino «para defender la igualdad de oportunidades, para defender la igualdad de todos los navarros para acceder al empleo público».

Ha lamentado las «faltas de respeto» advertidas tras conocer su adhesión y ha pedido «libertad para todos, más allá de lo que piensen y defiendan. Las calles son espacios abiertos donde tenemos cabida todos y donde por expresar su opinión nadie puede ser atacado, vilipendiado o agredido», por lo que ha pedido al Gobierno «respeto» para quienes han convocado o adherido y se manifestarán.

Preguntado sobre las mociones que se van a presentar en algunos ayuntamientos para que estos financien autobuses con los que los vecinos puedan acudir a la manifestación en Iruñea, Esparza ha usado el calificativo de «inmoral» con el que ayer tildó la iniciativa el Gobierno para él mismo considerar «inmoral destinar dinero público para homenajes a miembros de ETA» o para financiar «excursiones para ver a presos de ETA».

Sobre este asunto, María Chivite (PSN) ha confirmado el apoyo de los socialistas a esta manifestación aunque no al uso de recursos públicos «que son de todos para una posición política» como es financiar estos autobuses.

En cuanto a la marcha de protesta, su apoyo lo considera «en coherencia con el planteamiento» seguido por el PSN, primero contra la modificación de la zonificación lingüística, después contra el Decreto foral del euskara, y también con recursos en algunos ayuntamientos contra puestos de trabajo de no atención directa con «peso importante» del euskara.

«En coherencia con eso y en coherencia con que no estamos de acuerdo con la política lingüística vamos a acudir a esa manifestación, que no es en contra del euskera, es en contra de la utilización del euskera que está haciendo ese gobierno», ha subrayado la socialista.

Por el PP de Navarra, Ana Beltrán ha dicho «respetar» el euskara como «una lengua propia de Navarra», pero se ha mostrado «absolutamente en contra de la imposición» de la misma en el herrialde, una lengua «no oficial» que sin embargo figura «en todos los textos que salen de la administración, y por encima del castellano, como si fuera la primera lengua. Eso sí es imposición».

«Es imposición cuando se favorece que los alumnos estudien en el modelo D, que es el modelo de inmersión lingüística en euskera y en el que se da apoyo para comedores y autobuses, facilidades que no tienen para otros tipos de modelos», ha dicho tras considerar que el euskara «también se impone cuando se exige a las empresas que hagan un plan de euskera para contratar con la administración».

Tras asegurar que el euskara lo desconoce el 93 % de la población navarra, Beltrán ha considerado «por lo tanto, necesaria esta manifestación» a la que ha animado a acudir «mayoritariamente» a la población navarra que está «a favor de la libertad lingüística, a favor de estudiar cada uno lo que quiera».

Sin motivo

Por el contrario, desde Geroa Bai Koldo Martinez, pese a defender «el derecho» de cualquiera «a manifestarse por lo que considere adecuado», ha criticado esta convocatoria por no ver «ningún motivo fundamentado», y ha atribuido su génesis en la «beltranización de Navarra».

Ha explicado que este concepto, que alude a la portavoz del PPN, Ana Beltran, es «la creación de mentiras y falsedades por una persona, un partido, una corriente ideológica, mentiras y falsedades que a base de repetirlas, parece que hay sectores que las están creyendo».

«Hay sectores que han ido generando sus propias falsedades y mentiras sobre la valoración del euskera en nuestra comunidad, pero no podemos comprender ni aceptar que organizaciones políticas democráticas se sumen a esa manifestación», que a su juicio es «en contra del euskera, no contra la valoración del euskera para el acceso a la administración ni en disconformidad con la política lingüística del Gobierno de Navarra».

También ha incidido Martínez en las mociones en ayuntamientos para que  sufraguen el transporte para asistir a la marcha, lo que «nos recuerda sin ningún género de duda a aquellas organizaciones que se montaban desde el franquismo y que pretendían con aquello llenar la plaza de Oriente en apoyo al dictador».

«Es vergonzoso que se intente hacer esta utilización de los ayuntamientos en apoyo de una manifestación para la que no vemos ninguna justificación fundamentada», ha zanjado.