LAB ha realizado un estudio sobre la brecha salarial entre mujeres y hombres en las administraciones y empresas privadas de Hego Euskal Herria, que hoy ha presentado en rueda de prensa en Bilbo. Una primera constatación es que muchas empresas con más de 250 trabajadores, que debieran disponer por ley de un plan de igualdad, no lo tienen o no lo han desarrollado.

También destacan que en la industria, donde los sueldos son más elevados habitualmente, no hay medidas que faciliten el acceso a las mujeres, «ni intención de tenerlas», se han quejado, citando el caso expreso de Volkswagen.

Eli Etxebarria. de la Secretaría Feminista de LAB, ha manifestado que la incorporación de las mujeres al mundo laboral no ha traído consigo una equiparación de las condiciones laborales, «la brecha salarial se ha cronificado». Ha advertido de que ni la mayor formación académica ni técnica de las mujeres ha conllevado la disminución de esa discriminación de género.

«Nos atrevemos a decir que las políticas de igualdad no son reales, no son efectivas y no son integrales. Aunque se diseñen planes no se están llevando a la práctica y no se les está dotando de medios ni técnicos, ni humanos ni económicos», ha denunciado Etxebarria.

El problema fundamental para la central es el sistema capitalista. «La opresión patriarcal es parte del capitalismo y la división sexual del trabajo es un indicador de ello. Este sistema capitalista nos obliga a las mujeres a realizar todos los trabajos de cuidados de manera gratuita para que el propio sistema pueda subsistir y perpetuarse, por eso, el lugar que nos deja en el mercado laboral es de segunda categoria», defienden.

LAB considera que no es posible luchar contra la brecha salarial sin dar respuesta a ese problema estructural. «Nos parece un engaño las medidas que no tengan como objetivo asegurarnos el derecho a no ser cuidadoras y a ser cuidadas», apuntan, añadiendo que la brecha salarial no es algo que surja por casualidad, sino que cumple unas funciones, como «utilizar a las mujeres para responder a las necesidades del mercado laboral».

«Necesitamos un nuevo modelo que responda a las necesidades de las personas y no para maximizar los beneficios como hace el sistema capitalista», ha subrayado Etxebarria, quien ha anunciado que es necesaria una reflexión urgente sobre el fracaso de las políticas de igualdad que pretenden compartir con el movimiento feminista de Euskal Herria.