Naiz
Washington

Trump firma una orden para encerrar a los menores inmigrantes junto a sus familias

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva para detener la separación de los niños inmigrantes de sus padres cuando estos son detenidos en la frontera con México, algo que ha generado críticas en todo el mundo.

Donald Trump, ante los periodistas en el Despacho Oval. (WIN MCNAMEE / AFP)
Donald Trump, ante los periodistas en el Despacho Oval. (WIN MCNAMEE / AFP)

Trump ha firmado un decreto que permitirá que los niños que cruzan la frontera con México junto a sus padres se queden con ellos en centros de detención de inmigrantes durante un plazo de tiempo dilatado.

«No nos gusta ver a las familias separadas. Al mismo tiempo, no nos gusta que la gente entre ilegalmente en nuestro país. Esto resuelve el problema», ha dicho Trump en declaraciones a los periodistas en el Despacho Oval. «No me gustaba ver a las familias separadas ni los sentimientos que eso provoca», ha manifestado.

Sin embargo, el Gobierno de Trump planea mantener «una frontera poderosa y seguirá habiendo tolerancia cero. Hay tolerancia cero para los que entran ilegalmente».

Esa política, inaugurada en abril, hace que se presenten cargos contra cualquier adulto que cruza irregularmente la frontera con México, lo que hasta ahora provocaba que se le separara de los menores con los que viajara, que pasaban a la custodia del Gobierno federal.

A partir de ahora, las familias serán llevadas a centros de detención de inmigrantes, lo que probablemente generará demandas contra la Casa Blanca porque contraviene un acuerdo al que el Gobierno estadounidense se comprometió en 1997.

Ese acuerdo, conocido como «Flores», establece que los menores detenidos en la frontera solo pueden ser privados de libertad durante un máximo de 20 días.

El Ejecutivo del expresidente Barack Obama (2009-2017) incumplió ese acuerdo cuando se produjo en 2014 una llegada masiva de menores procedentes de Centroamérica, lo que desató un litigio que llevó a un juez federal a determinar, en 2016, que el límite de 20 días debía respetarse y aplicarse tanto a los niños como a sus padres.