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El gaztetxe Maravillas cuestiona la «voluntad de dialogar» del Gobierno de Nafarroa

El gaztetxe Maravillas de Alde Zaharra de Iruñea ha cuestionado la «voluntad de dialogar» expresada por el Gobierno de Nafarroa, ya que, a su juicio, «siempre han optado por la represión».

Un momento de la rueda de prensa ofrecida esta semana por los miembros de la Asamblea del Gaztetxe Maravillas de Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Un momento de la rueda de prensa ofrecida esta semana por los miembros de la Asamblea del Gaztetxe Maravillas de Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Así lo ha señalado en una nota, en la que analiza las declaraciones de la portavoz del Gobierno, María Solana, quien ha planteado su deseo de efectuar un desalojo «tranquilo y civilizado» del inmueble de la plaza de Navarrería, después de que recientemente el Ejecutivo instara a la toma de medidas cautelares para desalojar el edificio.

Desde el gaztetxe se recuerda el proceso desde que se accedió al edificio, el 3 de septiembre de 2017 y «fruto de un largo proceso donde las trabas, medias verdades e incumplimientos institucionales fueron la tónica general», ya que al día siguiente, el Gobierno de Nafarroa interpuso denuncia contra varios de ellos, aunque el juez optó por derivarlo a la mediación.

«Fueron dos meses en los que estuvimos sentados en una mesa cara a cara con el Gobierno para intentar buscar una solución que permitiera mantener vivo el Gaztetxe Maravillas. No obstante, nos encontramos con un auténtico muro de hormigón en frente, ya que la única oferta que nos hacían era la de ‘Fuera y pagar los desperfectos’».

Niega además que se haya causado desperfectos en el palacio de Rozalejo, pues por el contrario, la labor ha sido la de «arreglar un espacio que llevaba 20 años abandonado y abrirlo al barrio».

Tras no dar sus frutos el proceso de mediación, ha seguido la vía judicial, con el Gobierno personado como acusación particular pidiendo el desalojo cautelar del edificio.

Ante todo ello, ironiza con las acusaciones que atribuyen a sus miembros una «actitud ofensiva», cuando, a su juicio, es el Gobierno el que la tiene, con la añadida «desfachatez de tacharnos al gaztetxe de no querer dialogar y además, de mantener una postura ofensiva mientras han sido ellos los que siempre han optado por la represión».

«Que sepan, que si esa va a ser su postura, nos defenderemos», zanjan.