En unas declaraciones a la Cadena Ser, la portavoz del Ejecutivo ha recordado que la decisión del desalojo del gaztetxe de Alde Zaharra de Iruñea está en manos del Juzgado de Instrucción número 4 de Iruñea, pero que la intención del Gobierno no pasa por entrar «como un elefante en una cacharrería. Creemos que se pueden hacer las cosas de otra manera».

Otra cuestiónes es, en su opinión, «pretender hacerse con un espacio por una vía absolutamente ilegal y sin ningún tipo de garantía, empezando por la seguridad del propio edificio».

Solana ha criticado el lenguaje empleado por los miembros del gaztetxe en su rueda de prensa de esta semana, que «se corresponde con otros modelos, no el que ha tenido este Gobierno».

Con estas palabras se refería a la ocupación de otro edificio propiedad del Ejecutivo navarro, el ubicado en la calle Compañía de Iruñea, cuyo desalojo «se produjo de manera ordenada y civilizada y no traumática».

En este sentido, ha insistido en «la voluntad y disposición del Gobierno para hablar y que todo pase de la manera menos tormentosa posible para todos».

Sobre esta opción de negociaciones, ha añadido que «son más los agentes y colectivos que reclaman un espacio y tenemos que hacer una reflexión compartida de qué es lo que se necesita, qué es lo que no hay y cuál es el modelo que les gusta». En este sentido, ha recordado el proyecto Plazara, en el palacio Redín y Cruzat, que impulsa el Ayuntamiento de Iruñea.

Apoyo de Podemos

Por su parte, Podemos-Ahal Dugu ha hecha pública su apuesta por ceder «de manera legal» el edificio de la plaza Navarrería a los colectivos que sustentan el gaztetxe, tras asegurar que «no existen riesgos para la seguridad de quienes participan en las distintas actividades».

Así lo ha señalado el parlamentario Mikel Buil, que en una nota recuerda que el partido ya ha abogado en diversas ocasiones ampliar los espacios públicos para la cultura cediendo espacios en desuso para su autogestión y así lo ha propuesto en la Ley de Derechos Culturales.

Se trataría de «un sistema en el que los municipios y el Gobierno puedan ceder espacios públicos en desuso bajo fórmulas de cogestión y autogestión» ha señalado.

Por ello, en relación al gaztetxe Maravillas, la formación apuesta por ceder el espacio a los colectivos que lo sustentan de manera legal y garantizando la seguridad del edificio, dice Buil, quien valora los trabajos realizados de reforma del edificio, la creación de distintos espacios para usos diversos o proyectos como la creación de un Banco Solidario de Alimentos.

Por ello, entiende «urgente refrendar la autogestión» en Nafarroa «como una fórmula más de gestión colectiva de los espacios públicos en desuso, porque son una forma de gestión del tiempo y del espacio que empodera, innova y politiza desde los valores comunitarios», indica.