Ramón Sola
DONOSTIA

Harold Good: «Esto no es presos o víctimas, es presos y víctimas, incluir a todos»

El reverendo Harold Good, figura clave en el desarme irlandés y protagonista también en el de ETA, está en Euskal Herria de la mano del Foro Social Permanente. Su mensaje anticipa el monográfico sobre verdad y víctimas del 5 y 6 de octubre en Iruñea y Bilbo. Hoy ha remarcado en Donostia que «no podemos dejar a nadie atrás».

Juanjo Espina, Harold Good, Aitzpea Leizaola y Agus Hernan, en la presentación del V Foro Social. (@ForoSoziala)
Juanjo Espina, Harold Good, Aitzpea Leizaola y Agus Hernan, en la presentación del V Foro Social. (@ForoSoziala)

En el momento actual del proceso de resolución vasco cobra gran relevancia la cuestión de los presos y la de las víctimas, que a menudo se presentan enfrentadas o incluso incompatibles. El mensaje de Harold Good desde la experiencia irlandesa es el contrario: «Esto no es presos o víctimas, es presos y víctimas. Hay que incluir a todos. No podemos dejar a nadie atrás en estos viajes»

Good ha vuelto a Euskal Herria de la mano del Foro Social Permanente, que ha aprovechado su presencia y testimonio para anunciar el V Foro que se celebrará el viernes 5 de octubre en Iruñea y el sábado 6 en Bilbo. El ejemplo irlandés es muy relevante porque allí se produjo la excarcelación temprana, con condiciones de compromiso con el proceso y no-reincidencia, de «unos 400 presos», ha destacado el reverendo. «Vimos muy claro que el proceso no iba a seguir adelante sin incluirlos a todos», recuerda.

¿Qué supuso ello para las víctimas de sus atentados, de uno y otro lado? «No fue fácil en absoluto –admite Good–. Vivimos en una comunidad pequeña, de millón y medio de personas en una zona muy reducida. Así que yo podía haber sido la persona que asesinó a tu hermano, vivir a dos calles y encontrarnos a diario en el supermercado. No fue fácil en absoluto, pero sabíamos que no iba a ser posible de otro modo, y ese Acuerdo de Viernes Santo contó con la aprobación del 73% de la gente. Hubo algunas víctimas que dijeron ‘no lo vamos a aceptar’, pero muchas más que entendieron ‘vale, si con eso nadie más va a sufrir lo que nosotros hemos sufrido, lo podemos aceptar’. Luego ha habido situaciones increíbles de víctimas de los dos lados que se han encontrado».

Entre otros detalles, Harold Good ha reconocido que en la comunidad religiosa hubo muchas resistencias, porque «estamos acostumbrados a ver todo como bien o mal, blanco o negro. Así que cuando se produjo esa excarcelación temprana, recuerdo que algunos preguntaron a Brian Currin, que estaba allí para ayudarnos, ‘¿y qué pasa con la Justicia?’. Currin les respondió: ‘Esto no trata de Justicia, sino que trata de dar a todos la oportunidad de compartir un nuevo inicio, ya pienses que lo merezcan o que no’. Si gastamos el tiempo en intentar definir qué es la Justicia, no vamos a llegar a nada», ha concluido.

No-repetición

Harold Good, que ofrecerá esta tarde una charla en Azpeitia, ha subrayado además la clave de la no-repetición. Con un dato demoledor: «El 90% de los conflictos actuales en el mundo se deben a conflictos no resueltos en el pasado. En el caso de Irlanda, ¡todo empezó hace 400 años! Y aquí se habla de este conflicto de 50 años, pero tiene que ver también con asuntos no resueltos antes, en el pasado. Yo ya soy bisabuelo, pienso en tres generaciones, y creo que tenemos una responsabilidad enorme de cerrar definitivamente esos conflictos, de resolver, de sanar».

Antes de su intervención, en nombre del Foro Aitzpea Leizaola y Juanjo Espina han avanzado el título de la quinta edición monográfica de los días 5 y 6 de octubre: «Derecho a conocer la verdad; mecanismos de reconocimiento y reparación para las víctimas». Se articulará de nuevo en forma de paneles de debates con expertos internacionales y vascos, que abordaran reflexiones generales y también casos prácticos de referencia. Las conclusiones se darán a conocer en noviembre en Gasteiz y delimitarán las líneas de trabajo futuro del Foro Social Permanente en memoria y convivencia. En su agenda, trabajar con víctimas de diferentes violencias buscando espacios de encuentro y demandar la resolución de los «casos sin resolver o casos sin verdad».