Sagarzazu ha advertido de que el «linchamiento mediático convierte a las víctimas en agresoras» y ha asegurado que ya se han interpuesto varias denuncias por estos hechos, que son «silenciados».
A su parecer, las instituciones y los medios de comunicación «ocultan la realidad y convierten a las víctimas de acoso y ataques, en agresoras. La manipulación de estos medios de comunicación convierte a los agresores en víctimas y a las chicas defensoras de nuestro alarde en peligrosas agresoras».
El presidente de Alarde Fundazioa ha acusado de «cobardía» de las instituciones, a quienes ha pedido espacios y tiempos diferenciados para cada desfile. «Lo lógico sería que ambas maneras contaran con su propio espacio y tiempo, sin imposiciones que generen conflicto, sin confrontaciones, sin injerencias exteriores, que cada cual muestre sus apoyos reales».
Sagarzazu ha remarcado que el Alarde discriminatorio cuenta con el «apoyo mayoritario» de la ciudadanía y ha recordado que «siempre ha cumplido escrupulosamente» con las resoluciones del Departamento de Seguridad.