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ERRENTERIA

Una víctima de ETA y el alcalde de Errenteria impulsan la convivencia

José Miguel Cedillo, víctima de ETA, y Julen Mendoza, alcalde de Errenteria, han protagonizado un inédito gesto por la convivencia y han sido los principales actores de un emotivo acto que ha contado con la representación de todo el arco político.

José Miguel Cedillo se dirige a los presentes en el acto. (Maialen ANDRES / FOKU)
José Miguel Cedillo se dirige a los presentes en el acto. (Maialen ANDRES / FOKU)

Hacía 36 años que José Miguel Cedillo no pisaba Euskal Herria, desde que su padre, Antonio Cedillo, muriera en un atentado de ETA junto a otros tres policías el 14 de setiembre de 1982. Hoy ha vuelto a Errenteria junto a su madre María Dolores para recordar a su padre y reivindicar la convivencia en un acto celebrado en el Alto de Perurena. En la ceremonia ha estado acompañado del alcalde del municipio guipuzcoano, Julen Mendoza (EH Bildu), con quien en los últimos meses ha estrechado lazos y compartido reflexiones.

Cedillo ha recordado con emoción su dura infancia tras la muerte de su padre a manos de la organización armada, hecho que desconocía hasta hace siete años. Ha hablado de sus miedos y sus fobias por esa ausencia, al tiempo que ha expresado que con el paso dado hoy quiere abrir una nueva etapa. Mencionando a sus dos hijos de tres años, la edad que el tenía cuando murió su padre, ha afirmado que ahora saben que «en el norte hay una tierra hermosa donde desde hoy nunca se sentirán extraños y podrán venir en libertad».

Cedillo, que ha finalizado su intervención en euskara, ha pedido que se reconozca a su padre como víctima y que su nombre esté ligado a la paz y la convivencia. En este punto, cree que tras el 20 de octubre de 2011, con el cese definitivo de ETA y la organización ya desaparecida, ha llegado el momento de dar pasos hacia la resolución. Por ello, ha interpelado directamente a los partidos políticos: «No se trata de pasar página sino de escribir una nueva, reconstruir la convivencia, regar la paz».

Como ellos mismos han contado en sus respectivos discursos, entre los cuales se han fundido en un sentido abrazo, José Miguel Cedillo y Julen Mendoza llevan en contacto varios meses. Fue Cedillo quien acudió al alcalde de Errenteria para trasladarle sus reflexiones y la intención de celebrar un acto. Mendoza respondió inmediatamente a la llamada y desde entonces los mensajes y las llamadas han sido constantes. «En estos casi dos meses he intentado enteder, y me he sentido siempre entendido, entendidas mis limitaciones, algo que agradezco enormemente, y algo que a veces se echa de menos», ha apuntado Mendoza.

El alcalde de EH Bildu ha subrayado la importancia del acto de hoy en memoria de Antonio Cedillo y ha reivindicado el camino abierto en Errenteria hacia la construcción de la convivencia y el reconocimiento de todas las víctimas de vulneraciones de derechos humanos como consecuencia de la violencia de motivación política.

También ha puesto en valor la esencia del acto de hoy con la esperanza de que sirva para «sin renunciar al dolor, construir el futuro, para liberarnos de las certezas del pasado, certezas que no nos han dejado imaginar».

Plural representación

Al acto han acudido representantes de todo el espectro político como Josu Erkoreka (PNV) en nombre del Gobierno de Lakua, Maddalen Iriarte y Pello Urizar (EH Bildu), Rafaela Romero y Jesus Egiguren (PSE), Juantxo Iturria y Pili Zabala (Elkarrekin Podemos) y Juan Carlos Cano (PP). También se ha podido ver a víctimas de ETA como Sara Buesa, Maixabel Lasa o Gorka Landaburu. Según declaró el propio Cedillo en días anteriores, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, también había sido invitado al acto.

La interpretación de ‘Txoria-txori’, la Salve Rociera y la plantación de un olivo andaluz entre José Miguel Cedillo, Mendoza y el alcalde de Olivares, Isidoro Ramos, han puesto final al acto.