Según explicó la semana pasada la dirección al comité de empresa, la nueva homologación WLTP ha retrasado la fabricación por parte de los proveedores de inyectores y bombas de vacío, lo que provoca a su vez una carencia en el suministro de motores, principalmente el TSI 1.0.

Esto, junto a la decisión estratégica del grupo de fortalecer la fabricación del Golf, ya que las plantas alemanas son las que más han cerrado, da como resultado que desde la central se haya decidido parar la producción cinco días en Iruñea.

El presidente del comité de empresa de Volkswagen Nafarroa, Alfredo Morales, de UGT, ha señalado a Efe que la política de comunicación de la compañía está siendo «nefasta», porque se ha informado de los dos días de cierre ayer mismo y ahora los proveedores que se estuvieran planteando un ERTE «están fuera de plazo» para hacerlo.

Esa forma de actuar, ha denunciado, «puede tener consecuencias muy serias para nuestros compañeros» de la industria auxiliar, ha afirmado.

En cuanto a la negociación del convenio colectivo, ha indicado que no hay novedades y eso «genera más preocupación e inseguridad en la plantilla, que desde luego no se lo merece».